Lucas Ponce, uno de los yernos de Ariel “Viejo” Cantero, para quien la Fiscalía había pedido 20 años de cárcel por homicidio en un fallo que el tribunal tenía previsto dar este viernes a las 13, se esfumó de su arresto domiciliario un día antes: voceros judiciales dijeron que a las 15 del jueves se determinó que Lucas Ponce, el acusado, había violado la tobillera electrónica con la que era monitoreado.
Las mismas fuentes dijeron que Ponce concurría a las jornadas de debate oral desde la vivienda donde cumplía la domiciliaria y agregaron que el tribunal se había opuesto al pedido fiscal de modificar la modalidad del cumplimiento de la preventiva al inicio del juicio. Añadieron que, pese a que el fallo no llegó a ser notificado, está redactado con una condena a 18 años de cárcel.
El crimen
Ariel A. y Sebastián Oviedo eran cuñados, estaban en la guarda del hospital Roque Saénz Peña la tarde del 3 de marzo de 2017 esperando para que el primero recibiera atención médica. En un momento apareció Lucas Alejandro Ponce junto a su pareja y empezó a gritarle a Ariel con quien tenía problemas desde hacía tiempo. Lo golpeó en varias oportunidades y le gritó que se fuera. Sebastián y Ariel se asustaron y decidieron irse, contó en la audiencia inicial del juicio, que se sustancia ante los jueces Gustavo Pérez de Urrechu, María Trinidad Chiabrera y Facundo Becerra, la fiscal Georgina Pairola.
Caminaron unas cuadras hasta llegar a Regimiento 11 al 1500 dónde se les puso a la par un auto. El conductor sacó un arma por la ventanilla y disparó contra el dúo, contó la Fiscalía. Oviedo recibió un balazo en el tórax y otro en el costado derecho de su cuerpo. Intentó dar unos pasos y cayó casi en la esquina de Regimiento 11 y pasaje Diamante. La fiscal contó que al día siguiente Ponce se presentó en el Registro Automotor donde estaba radicado el auto utilizado en el ataque y lo transfirió.
La pelea previa al homicidio en el hospital y el cambio de titularidad del vehículo al día siguiente perfilaron a Ponce como principal sospechoso y se ordenó su captura. Después de cinco meses de permanecer prófugo fue detenido cuando salió de su casa, ubicada en Caña de Ámbar y España, a bordo de un auto. El hombre intentó escapar pero fue detenido a los pocos metros.
El proceso
A Ponce lo imputaron por el crimen y quedó detenido preventivamente en una Unidad Penitenciaria aunque luego logró un arresto domiciliario.
En abril de 2018 la fiscal pidió la declaración del testigo ocular mediante un anticipo jurisdiccional de prueba, es decir una medida judicial para obtener la declaración del testigo ante un juez previo al debate para asegurar la prueba.
En diciembre de 2018 se hizo una audiencia preliminar y el caso quedó en condiciones de llegar a juicio oral y público, lo que se concretó el pasado 9 de diciembre. La fiscal Pairola solicitó ante el tribunal la pena de 20 años de prisión, por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y portación.
En cambio, la defensa de Ponce, a cargo de Marcelo Martorano y Fausto Irure, dijeron que no se barajó otra hipótesis y la prueba en la que se basó la Fiscalía es una filmación del interior del hospital vinculado al incidente previo y el testimonio de Ariel quien tuvo una causa por falso testimonio. Se quejaron porque no se investigaron algunos llamados al 911 y pidieron la absolución de Ponce.
Para este viernes a las 13 estaba previsto que el tribunal leyera el fallo. Algo que debió postergarse por la fuga de Ponce.