El ex juez de la Corte Suprema de Justicia y actual integrante de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Raúl Eugenio Zaffaroni, afirmó hoy que la dirigente social y responsable de la organización Tupac Amaru, Milagro Sala, «es una presa política», con una detención «absolutamente arbitraria».
«Ella es una presa política y ¿qué se entiende por esto? Es que acá hay una detención absolutamente arbitraria. Obviamente se planteó un conflicto, ese conflicto debe resolverse de una manera razonable y de una manera racional», opinó Zaffaroni en declaraciones a Radio del Plata.
Consultado sobre la causa de la detención de Sala, consideró que «yo supongo que quizás la intervención del obispo (el presidente de la Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Jorge Lozano) que acabo de leer en el diario pueda ayudar a resolver este conflicto; que haya diálogo, si hay un conflicto y donde aparentemente la solución del conflicto es aniquilar a una de las partes, eso no es solución para ningún conflicto, esa es un solución final entre comillas».
«Esto es algo que debe resolverse agotando los caminos. Yo comprendo que (el gobernador) Morales tiene agravios, insultos, etcétera, pero es obligación de un gobernante dejar todo eso de lado. Todos los seres humanos no somos iguales», razonó.
Puntualmente, y en el caso de la detención de Sala, quien hoy cumple 18 días detenida en Jujuy, Zaffaroni insistió que «acá lo que se necesita es aplicar la razón. Hay que resolver el conflicto, no echar más fuego al conflicto, no plantearlo en términos de destrucción de una de las partes del conflicto, eso está mal planteado».
Finalmente, remarcó que «esto que pasa es realmente penoso, y aún más si se tiene en cuenta la manipulación de una Justicia que termina siendo una detención de una persona que a todas luces es arbitraria. Una detención dispuesta por una Justicia amañada, una Justicia que se integra de una manera azorable, con una desprolijidad que ni (el ex presidente Carlos) Menem la tuvo. Es una situación muy penosa, un mal ejemplo para todo el país».
