Luego de que la comisión directiva de Central diera marcha atrás con la transferencia de Fernando Zampedri a Independiente, el delantero emitió un duro comunicado en el que se dirigió a los hinchas canallas y manifestó su malestar por «no haber podido asegurar el futuro» de su familia.
«Central rechazó la operación. Ayer (por el miércoles) fui al club y hablé con los dirigentes para que consideren la posibilidad de mejorar mi contrato. Les expliqué que el deseo de mi transferencia se fundaba en una cuestión económica. La respuesta fue contundente: que no merezco ninguna compensación. Ahora veremos si cancelan la deuda que tienen conmigo, cuyo pago exigiré inmediatamente», disparó Zampedri a través del comunicado.
«Soy una persona; no una cosa», advirtió el atacante. «Muchas veces se cuestiona la actitud de los jugadores que meten presión a los clubes. Yo no lo hice. Y quizás perdí la posibilidad de asegurar el futuro de mi familia. En fútbol es una regla: las buenas actitudes son signos de debilidad», consideró.
Zampedri también ensayó una cronología de los acontecimientos. «Desde el 3 de enero, Independiente inició gestiones para contratarme, comunicando la oferta de transferencia a Central y la oferta laboral a mi representante. Si bien el aumento de mi salario era muy significativo, entendí que Central debía negociar y defender su posición con tranquilidad», repasó. «Hasta el martes 29, jamás hablé con los dirigentes de Central para meter presión. Por respeto a la institución, seguí entrenando con absoluta normalidad y profesionalismo», aclaró el Toro.
Y prosiguió ofreciendo precisiones de la negociación: «Los dirigentes de Central inicialmente fijaron posición en 3 millones de dólares netos, cuando la primera propuesta de Independiente fue de 1,5 millón de dólares. Presté mi colaboración al renunciar a una deuda que el club mantiene conmigo y tras semanas de negociaciones se alcanzó a una suma de 2,8 millones de dólares netos».
Aunque se haya mostrado agradecido a Central, reconoció Zampedri que «primero está mi familia. Soy jugador de fútbol de profesión. Tuve el sueño de llegar al fútbol grande recién hace un par de años. En dos semanas cumplo 31 años. Tengo una familia que mantener y quizás algunos años más para intentar asegurar nuestro futuro», planteó.
«Siempre fui agradecido a Central», reiteró Zampedri. «No hay mejor manera que mostrar agradecimiento que partiéndome el alma en cada entrenamiento y en cada partido. El entrenador puede dar fe de la cantidad de veces que jugué infiltrado».
Zampedri no la juega de demagogo. «Central es una gran institución, pero no es ‘mi casa’ ni ‘mi madre’ ni ‘mi vida’. Soy profesional y tomo decisiones en base a la remuneración por trabajo. A los hinchas les molesta que los protagonistas vendamos humo. Pero ese no soy yo. Me dedico a jugar al fútbol para asegurar el futuro económico de mi familia en los pocos años de carrera que me quedan», manifestó.
Sobre el cierre del comunicado, Zampedri imploró para que «todo esto no repercuta en mi rendimiento. Si ocurre, sepan que soy el principal perjudicado. Voy a seguir dando todo de mí. Primero, por mi familia. Segudno, porque soy un profesional y se lo debo a mi empleador. Tercero, por mis compañeros y por un cuerpo técnico que siempre me apoyaron. Y naturalmente, por los hinchas, quienes son ajenos a este conflicto. Mañana (por el viernes) voy a volver a entrenar. Ojalá el sábado tenga la oportunidad de saltar a la cancha. Siempre voy a dar lo mejor de mí cuando tenga que defender a esta institución», concluyó.
