La fábrica de motos Zanella despidió a más de 45 trabajadores en San Luis, de su plantel compuesto por 104 operarios, a pesar de que delegados gremiales dicen haber llegado a un acuerdo para «no despedir personal». En tanto que la empresa también anunció el cierre de su planta en Mar del Plata.
La fábrica que funciona en el parque Norte de la capital puntana se dedica al ensamble de componentes importados y el viernes los trabajadores con más de 15 años de antigüedad recibieron su telegrama de despido con la decisión de la patronal de cesantear más de la mitad de su dotación.
El delegado de los trabajadores, Gustavo Lucero, sostuvo que la empresa “no quiere dialogar” y que la medida es inapropiada porque no respeta un acuerdo que se hizo con los trabajadores de “no despedir, no incorporar gente y no habilitar horas extras”.
El trabajador aclaró que están cobrando su sueldo “fraccionado”, la quincena no se cobra normalmente y no saben qué pasará con “el aguinaldo”, y recordó que por el acuerdo realizado con la empresa «sólo trabajan 12 días al mes».
El lunes próximo tendrá lugar un pedido de conciliación obligatoria que luego del rechazo del proceso preventivo de crisis (PPC) presentado por la empresa ante el Ministerio de Trabajo de la Nación, constituye una última instancia para intentar negociar la reincorporación de los despedidos o su indemnización legal.
Baja las persianas
Por su parte, el portal BaeNegocios publicó que el CEO de Zanella, Walter Steiner, confirmó que a fines de julio la empresa cierra su fábrica en Mar del Plata tras varios meses de conflictos, jornadas reducidas y despidos, que fue comunicada a los trabajadores por la apoderada de la empresa Soledad Freire.
«La caída de las ventas viene desde el año pasado. Esto hizo que el proyecto de Mar del Plata tenga que dar por finalizada esta etapa. Esperamos que en los próximos años podamos resurgir», dijo Freire a La Capital de Mar del Plata.
Zanella había abierto su planta en La Feliz en 2014 con apoenas 20 empleados pero con el objetivo de incrementar a 300 su plantilla. A mediados de 2018 comenzaron las suspensiones: 75 obreros fueron parados por dos meses. Y a partir de allí comenzaron las cesantías.
En enero pasado, Steiner le adelantó a BAE Negocios: «El mercado se cayó, ya no es viable producir y ya no tengo volumen que justifique tener una fábrica en Mar del Plata. No hay señales de recuperación, la gente está preocupada y yo también», declaró Steiner a BaeNegocios.
«Estoy frustrado. Al principio, yo aplaudí mucho al presidente Mauricio Macri, y no me gusta ser visto como un opositor, pero como empresario me siento sólo y no apoyado. Esta política económica nos afecta terriblemente, pero al Gobierno no le interesa que la industria produzca. Capaz tienen problemas más graves que resolver», agregó.
Zanella, una marca con 70 años de historia en el país, aún tiene otras tres plantas: la de San Luis (que fue la que despidió a 45 obreros), Caseros y Cruz del Eje.