Dos días después del anuncio de tregua de la organización separatista vasca ETA, el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que llegará el día en que termine la violencia de ETA pero «no se extinguirá» la memoria de sus víctimas.
Zapatero hizo esas declaraciones en un acto de homenaje a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado muertos en actos de servicio durante el año 2010 que tuvo lugar en el Palacio de La Moncloa a 48 horas de la entrada en vigor de la última tregua de ETA.
«Llegará el fin de la violencia de ETA, pero la memoria de las víctimas -incluyendo desgraciadamente la del agente Nérin (gendarme francés asesinado en marzo) y la de tantos más- no se extinguirá y perdurará entre nosotros», afirmó Zapatero ante los familiares de los agentes fallecidos en servicio.
El líder socialista insistió en que si España permanece unida «como sociedad, con firmeza y determinación, en defensa de la democracia y nuestros valores, apoyando a las fuerzas de seguridad en el buen trabajo que hacen, el fin definitivo de la violencia llegará».
Las palabras de Zapatero fueron parte de su discurso en el tradicional homenaje anual a los policías (2) y Guardias Civiles (12) fallecidos en 2010, y que esta vez incluyó además al gendarme francés Jean Serge Nérin, muerto en un tiroteo con miembros de ETA en marzo y última víctima de la organización armada.
El lunes pasado, la organización separatista vasca anunció un alto el fuego «permanente, general y verificable» luego de una campaña armada de más de 50 años para independizar las regiones de mayoría vasca del norte de España y sur de Francia, que dejó más de 800 muertos.
El gobierno de Zapatero rechazó el anuncio por insuficiente y dijo que la única medida aceptable es la disolución y le desarme de ETA.
Entre las víctimas homenajeadas hoy por Zapatero figuraban también dos agentes de la Guardia Civil fallecidos en agosto en un atentado contra las fuerzas españolas en Afganistán y una policía que perdió la vida durante el terremoto de Haití.