En un golpe tipo comando que tiene pocos precedentes en la región, un auto en el que viajaba un empleado de una distribuidora de pollos, acompañado por su custodio, un sargento de la Policía local, fue baleado en la zona sudoeste por atacantes que usaron un fusil M16. Ocurrió ayer por la mañana cuando, según contaron vecinos a El Ciudadano, el vehículo fue agredido por tiradores que viajaban en dos autos, por motivos que se desconocen, aunque la hipótesis principal es de robo. Producto del tiroteo el custodio recibió varios plomos en las piernas y debió ser internado.
Ayer por la mañana, más o menos a las 10, Héctor M., un sargento de Bomberos Zapadores de 48 años que trabaja como custodio, y un empleado de la firma Pluma Blanca, una distribuidora de huevos y pollos, salieron de uno de los depósitos de la empresa, de 27 de Febrero al 3700, a bordo de un viejo Dodge 1500 naranja, “para hacer algunos trámites”. Hicieron unos metros hacia el oeste y doblaron en la esquina de Castellanos. Parecía un viaje normal, pero luego de algunas cuadras la cosa se puso pesada.
No está claro si hubo una intercepción previa o si atacaron directamente; pero cuando el Dodge pasaba por Castellanos al 2200, entre La Paz y Presidente Perón, dos tiradores empezaron a dispararles. De acuerdo con testigos del hecho, gatillaban desde dos frentes: a la izquierda del conductor, un muchacho le disparó, en según estos vecinos, con una pistola calibre 11.25. Este pistolero estaba parado detrás de un árbol en la esquina noroeste. Desde la vereda de enfrente, a mitad de cuadra de Castellanos al 2200, del lado del custodio, un segundo tirador disparó repetidas veces, siempre de acuerdo con testigos, con un fusil M16, usado por las fuerzas armadas estadounidenses en Vietnam y que en la Argentina sólo utiliza la Infantería de Marina, explicó un vocero del caso.
En medio de la lluvia de balas, el custodio, pese a estar herido en las piernas, logró bajar del auto y con su arma reglamentaria repelió la agresión. “El tipo no se podía mantener parado, porque le habían metido unos tiros que le sacaron un pedazo de carne: se le veía el hueso. Así que trastabillando y todo disparó dos veces y se cayó al piso”, explicó un vecino.
Según pudo reconstruir El Ciudadano en base a vecinos, tras la balacera los agresores escaparon de la escena en dos autos. El tirador del M16 en un Volkswagen Bora y el de la 11.25 en un Volkswagen Fox, que apareció abandonado momentos después en Viamonte e Iriondo. De acuerdo con voceros del caso, este último vehículo tenía un impacto de bala en la puerta trasera, del lado del conductor.
Según un empleado de Pluma Blanca, el policía y el portavalores de la firma salieron para pagar impuestos. Sin embargo, voceros de la investigación interpretaron que la desmesura del ataque no condice con un simple robo. Hasta anoche tampoco estaba claro si los atacantes se llevaron algo del Dodge naranja.
Como la ambulancia no llegaba, al policía lo cargaron en una Renault Kangoo blanca, propiedad de un amigo del baleado, y lo trasladaron al Heca. Según sus compañeros de Pluma Blanca, los proyectiles no le provocaron fracturas y, ayer por la tarde, los médicos evaluaban la posibilidad de operarlo.
La investigación del caso quedó a cargo del Fiscalía de Flagrancia y Turno, que cuenta con la colaboración de la Policía de Investigaciones, cuyo personal recogió rastros en la escena del ataque y peritó el VW Fox. En el lugar los investigadores secuestraron más de 20 vainas servidas, calibre 5.56 (las del fusil) y 9 milímetros (del arma del policía), aunque no se informó que se hubiera secuestrado alguna cápsula 11.25.
Dos antecedentes pesados en el último lustro en la región
Un antecedente cercano en que un fusil se disparó en un asalto data de noviembre de 2010. En aquella ocasión, un portavalores del frigorífico Larrauri se trasladaba en un auto con su custodio, el sargento Julio Mariño, por una colectora de la autopista Brigadier López, a la altura de Granadero Baigorria, cuando un Ford Focus lo chocó de atrás y una Toyota Hilux le cerró el paso. Desde la camioneta dispararon a las víctimas con un fusil FAL. Un tiro le dio en la nuca al policía y lo mató en el acto, cuando al parecer éste se dio vuelta para disparar a los ladrones del Focus. Consumado el crimen, huyeron con un bolso que tenía 40 mil pesos, según la información oficial, aunque otras versiones ubicaron el botín en seis cifras. En la causa se vinculó este golpe fatal con el que dos días antes intentó dar una megabanda en la Panamericana, a la altura de la localidad de Garín, en el Gran Buenos Aires, que terminó con dos policías bonaerenses asesinados en un robo que fue registrado por cámaras de seguridad. Allí, además de tres fusiles FAL, se usó un M16, similar al que utilizaron los ladrones que en octubre de 2013 intercambiaron tiros con el custodio de un blindado frente a una sucursal del Macro de Lagos al 5500, en Rosario. No pudieron robarlo.