El Instituto Municipal de Sanidad Animal (Imusa) reiteró hoy a la ciudadanía de Rosario recomendaciones sobre la tenencia responsable de perros de guarda o defensa y de aquellos considerados potencialmente peligrosos.
Las recomendaciones se realizan ante un nuevo incidente vinculado a la tenencia de perros potencialmente peligrosos. El hecho se produjo en la zona sudoeste de la ciudad, cuando dos perros de raza Pitbull se escaparon y atacaron a tres personas que intentaban separarlos de otros perros con los que se enfrentaban. Las víctimas: Stella Valdez, Ana Roldán y Sergio Tranquilo, sufrieron heridas de consideración.
Cabe destacar que desde mayo es obligatoria la inscripción de los perros considerados potencialmente peligrosos (PPP) al Registro Único de Mascotas (RUM), a través de la colocación de un microchip. Este trámite se puede concretar solicitando turno al teléfono 4805048, entre las 8 y las 14.
«Creo que vamos a tener que prohibir la venta de esas razas», expresó Diana Bonifacio en declaraciones radiales.
¿Qué es un perro potencialmente peligroso?
Los perros potencialmente peligrosos (PPP) son aquellos que por su contextura física, porte, tamaño, diámetro del cuello y potencia de sus mandíbulas, son capaces de ocasionar daños o lesiones graves a personas o animales e inclusive, la muerte.
La palabra “potencialmente” indica que puede ser peligroso aunque en la actualidad no presente rasgos de agresividad ni aptitudes de guardia o ataque.
Las razas tipificadas como potencialmente peligrosas son: Pit Bull, Bull Terrier, Dogo Argentino, Rottweiler, Tosa Inu, Akita Inu, Cane Corso, Doberman, Dogo de Burdeos, Mastin Napolitano, Bull Mastiff, Gran Perro Japonés, Presa Canario, Fila Brasilero, Staffordshire Terrier, Ovejero Alemán, Siberian Husky.
El Imusa recomienda en caso de adquirir un perro potencialmente peligroso:
• Comprarlo en criaderos registrados y conocedores de la raza elegida, garantizando la ascendencia y antecedentes familiares del ejemplar.
• Contar con un asesoramiento previo con adiestradores, médicos veterinarios y criadores.
• No convertirlo en una mascota para la familia, lo que no significa que no deba recibir el trato humanitario y cariñoso de su dueño y vivir en condiciones óptimas de salud.
• Esterilizar tanto a machos como a hembras, independientemente de su edad para disminuir el ataque por defensa del territorio o en los machos por dominancia sexual.
• Evitar las salidas a plazas y parques. Es imprescindible buscar lugares apartados, horarios adecuados para no molestar a la población y cumplir con las normas que incluyen correa corta y bozal que el propietario elija (se recomienda bozal homologado tipo canastita).
• No permitirle el ingreso a los dormitorios.
• No compartir comidas en el mismo horario ni recinto. El perro debe comer apartado de la familia.
