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Santa Fe, a toda pantalla

Por: Guillermo Correa / Claudio de Moya. Habrá 8 nuevas licencias para señales comerciales y otras 8 para entidades sin fines de lucro. Las dos universidades nacionales tendrán un canal de TV propio, y el Estado provincial el suyo. Son 19 en total.

“En esto se concentra el espíritu de la ley. Es un hecho que la pone en funcionamiento pleno”, se entusiasma Stella Hernández, secretaria Gremial del Sindicato de Prensa de Rosario. La representante sindical es además miembro del Consejo Federal de Comunicación Audiovisual –una suerte de “legislatura” de la televisión nacional que puso en funcionamiento la todavía nueva ley de Medios– se refiere, claro está, al anuncio de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de la aparición en el horizonte de 220 nuevos canales de televisión. De esa cifra, según indicó el vicerrector de la UNR y director de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), Eduardo Seminara, 19 estarán en la provincia de Santa Fe, y 9 de ellos en Rosario. A lo que se suma la asignación del canal 30 para el Estado provincial. Todavía tienen que encadenarse una serie de pasos, que van desde lo administrativo hasta lo tecnológico y no son poca cosa, pero lo cierto es que el anticipo tiene ya sus mojones: en la primera semana del mes que viene, es decir dentro de poco más de 15 días, los consejeros de todo el país elevarán a la Afsca los nombres de los posibles jurados encargados de decidir qué grupos empresarios y qué conjuntos de organizaciones sin fines de lucro accederán a las nuevas señales. En el medio, se confeccionarán los pliegos, y en la última semana de agosto se prevé recepcionar las propuestas de los interesados, a partir de lo cual el tribunal designado –en principio uno para todo el país, pero esto quedará sujeto a una inminente reglamentación– evaluará las ofertas en sus aspectos técnicos, comerciales y financieros para decidir las adjudicaciones finales.

Igual, todo el proceso está sujeto a que se complete la instalación de las 150 antenas de televisión digital terrestre que permitan cubrir todo el país. Las dos que necesita Santa Fe estarán montadas en el segundo semestre de este año, según la estimación de Seminara.

Antes de que la jefa del Estado anunciara que se postulará para un nuevo mandato presidencial, dio a conocer el anuncio que dará un vuelco clave en un sistema que permaneció prácticamente inalterado durante décadas: la televisión por aire. Es el primer gran surco que abre la nueva ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y se suma a la instalación de la Televisión Digital Terrestre. Ésta última era utilizada por el sistema de medios del Estado, y ahora se abre a la licitación de 220 nuevos canales de televisión abierta en todo el país que se agregan a las 29 licencias actuales y que incorporará por vez primera –además de nuevas empresas privadas– a expresiones de entidades sin fines de lucro: sindicatos, organizaciones sociales o pueblos originarios, por ejemplo, que sin embargo deberán demostrar que tienen proyectos sustentables para operar en las áreas en las que se presentan. En este esquema, habrá cuatro nuevos canales privados en el aglomerado Santa Fe y otros tantos en el de Rosario. A ellos se sumarán la misma cantidad de frecuencias destinadas a entidades no comerciales en cada una de las dos ciudades. El paquete se completa con un canal asignado directamente a cada casa de altos estudios pública asentada en la provincia: la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y la de Rosario (UNR). Y por último, el canal 30 reservado para el Estado provincial. Éste, sin embargo, deberá hacerse cargo de las repetidoras necesarias –alrededor de 30– para cubrir todo el territorio del distrito.

La novedad impactará directamente a un mercado que desde que comenzó a principios de los 60 sólo fue sacudido por la penetración de la televisión por cable y siguiendo una lógica concentración hasta la promulgación de ley de Medios.

Por caso, las licencias de televisión para Rosario LT 83 TV y LT 84 TV, Canal 3 y Canal 5, fueron otorgadas en 1964, siete años después de que la dictadura que derrocó al presidente Juan Domingo Perón resolviera abrir hacia los actores privados el sistema de televisión nacional, hasta entonces bajo monopolio estatal.

Así se crearon, en 1957, los más conocidos canales de aire del país, el 9, el 11 y el 13, parte de un sistema que permanecería prácticamente invariable: desde entonces y hasta el presente no hubo nuevos canales a excepción del 2 de La Plata, en 1966. Por ello los existentes fueron objeto de fuertes pujas políticas y económicas: en 1974, durante la tercera presidencia de Perón, fueron estatizados, durante la última dictadura quedaron bajo la órbita del Ejército y tras la recuperación democrática de 1983 fueron “devueltos” a los licenciatarios.

No ocurrió así con el 3 y el 5, y tampoco con el tercer actor que llegó a la provincia: LT 82 TV, Canal 13 de Santa Fe, se sumó al aire de la provincia en 1966, pero como repetidora del Canal 7, la emisora estatal y más antigua del país, que comenzó a operar en 1951.
Sin embargo, a las tres emisoras, que sobrevivieron a los vaivenes políticos y económicos del último medio siglo dando el paso clave de la transmisión en colores, sí quedaron sacudidas por los grandes cambios de la liberalización económica que caracterizó a la década de los 90: poco a poco comenzaron a funcionar como semi-repetidoras Canal 3 como asociado a Artear (Canal 13 de Buenos Aires) y Canal 5 y Canal 13 de Santa Fe como parte de Telefé (Canal 11).

Así permanecieron hasta la promulgación de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que cambió la lógica de lo que la consejera Hernández describe como “comunicación unidireccional de Buenos Aires hacia el interior”. Obligadas a incluir producciones locales en sus grillas, las tradicionales señales despuntaron con nuevos contenidos que ahora según se anuncia desde el gobierno, debería multiplicarse.

Empero, aún restan varios pasos para que esos anticipos se vuelvan realidad. Si bien en el caso de los canales universitarios (UNR y UNL) y de la señal que lanzará la provincia se trata de “autorizaciones” sujetas a la aprobación de un proyecto sustentable, y no de concursos, todo indica que pasará no poco tiempo hasta que estén en condiciones –técnicas, administrativas y de contenidos– de transmitir.

En el caso de los canales privados y las señales para “entidades sin fines de lucro”, resta, además de la conformación del jurado que evaluará a los postulantes, la elaboración y venta de los pliegos para concursar, que contendrán exigencias diferentes para cada sector y estarán de acuerdo a la potencia y el área de cobertura propuesta.

El nuevo sistema de TV digital terrestre le evita a las licenciatarias el costo de montar sus plantas transmisoras, de mantenerlas y de pagar a personal técnico, pero sí deberán contratar con la estatal Ar-Sat (empresa argentina de soluciones satelitales) el servicio de transmisión satelital que amplíe las coberturas.

Para poder ver los nuevos canales, además, será necesario tener aparatos con los conversores digitales incorporados o los convencionales con las “cajas” adaptadoras externas.