El cura Julio César Grassi salió a rechazar hoy el pedido de detención en su contra, desmintió haber violado las reglas impuestas en su condena y reclamó que le pongan la «droga de la verdad» para que los jueces lo interroguen sobre las acusaciones de abuso sexual.
«Quiero que me pongan la droga de la verdad (en referencia al pentotal sódico, conocido como ‘suero de la verdad’) y que a través de ese sistema me interroguen los jueces a ver si miento», exigió Grassi, en el marco de una entrevista en la que negó haber ingresado a la Fundación Felices Los Niños.
Grassi afirmó que pidió formalmente a la Justicia que le apliquen pentotal para declarar bajo sus efectos, y «dar fin a esta subjetividad de ‘le creo o no le creo'», pero aún no obtuvo respuestas.
Es que el cura ya fue condenado a 15 años de cárcel por un tribunal oral de Morón, el Tribunal de Casación bonaerense confirmó parcialmente esa decisión y ahora el caso fue apelado en la Suprema Corte bonaerense.
En ese marco, el abogado Juan Pablo Gallego pidió que fuera detenido porque en una nota se dijo que se habría reunido con el abogado Fernando Burlando en la sede de la Fundación.
El cura afirmó que le pidió a una productora periodística los datos de algún abogado que pudiera ayudar gratuitamente a la madre de Candela Rodríguez, afirmó que el primero en aceptar fue Fernando Burlando y señaló que mantuvo con él una reunión en su oficina, ubicada frente a la Fundación y no en el interior de esa sede.
«Espero que esto no sea una maniobra burda para detenerme. Le están tomando el pelo a la gente. ¿De qué me acusan? Tengo prohibido ingresar a la fundación hace un año. Estoy atado a la Iglesia y a la Fundación porque es mi familia y soy incapaz de desobedecer a un juez por más que no coincida con la decisión que tomaron», dijo Grassi al canal 26.
Grassi acusó al abogado Gallego de tener una «enemistad manifiesta» hacia él, aseguró que hay un «ensañamiento» y volvió a embestir al «multimedio» que llevó adelante la difusión de las denuncias en su contra.