“En un máximo de 72 horas se anunciarán cambios importantes en el área fútbol”. La información oficial surgida del propio club no hizo más que apuntalar las versiones que desde hace algunos días rondan por el Parque: la dirigencia fue una vez más por Gerardo Martino, esta vez en el cargo de “gerente o asesor deportivo”, y espera una respuesta.
Si bien ningún directivo se atrevió a confirmar este ofrecimiento al Tata, tanto el secretario Pablo Morosano, como el tesorero Jorge Ricobelli, admitieron que el nombre de Martino aparecía como una pieza importante en esta reestructuración anunciada.
“Martino es alguien que representa mucho para Newell’s y hubo charlas con él, aunque no para ser entrenador”, aseguró Morosano. “En estos momentos estamos abiertos a la llegada de cualquiera que pueda aportarnos cosas positivas y el Tata (Martino) es alguien que significa mucho para el club”, comentó Ricobelli.
Con Eduardo Bermúdez dando un paso al costado (ver aparte), y con Gustavo Dezotti en un rol más secundario, la idea de la dirigencia fue poner un nombre de peso al mando del departamento fútbol y Gerardo Martino reúne los requisitos necesarios en estos tiempos de crisis: capacidad de trabajo y aceptación de los hinchas.
La llegada de Martino permitiría descomprimir en parte las críticas de los hinchas y de muchos sectores cercanos a la dirigencia (Autoconvocados, Subcomisión del Hincha), pero además apuntalaría el proceso de divisiones inferiores ya que el Tata tiene una relación muy cercana con Jorge Theiler. Además la presencia del ex DT de Paraguay en los manejos futbolísticos permitiría la llegada de algunos inversores que acercarían el dinero necesario para conseguir refuerzos de jerarquía.
Anoche algunos directivos, entre los que se encontraban Gustavo Dezotti y Jorge Theiler, se reunieron con el Tata y por estas horas se aguarda una respuesta de Martino.
Y si bien desde la dirigencia prefieren mantener la cautela antes de tener el sí, no hay dudas que anticipar que habrá un “anuncio importante” tiene que ver con algún guiño que ya entregó el Tata.