La tragedia del Costa Concordia se hizo eco a lo largo de todo el mundo, al igual que los testimonios de aquellos que fueron testigos directos del desastre ocurrido en las aguas de la isla de Giglio.
En el lujoso crucero viajaba una periodista, Mara Parmegiani Alfonsi, que iba a realizar una cobertura de un evento de moda. “Fue un momento infernal. Eran cerca de las 21 y estábamos por cenar, por lo que íbamos vestidos bastante ligeros. De repente, sentimos un golpe y las luces se apagaron inmediatamente. De las mesas caían todas las copas y demás al suelo”, explicó la periodista al diario Il Corriere Della Sera.
“Todos corrimos hacia el puente y tomamos los salvavidas, pero el comandante nos aseguró que se trataba solamente de un problema en la sala de máquinas. Sin embargo esto no era cierto, porque bajo la quilla ya había un corte de cien metros”, continuó.
Parmegiani Alfonsi indicó también que “fue un verdadero problema, porque el barco contaba con personal completamente no entrenado ni idóneo” para este tipo de situaciones, y explicó que luego del incidente, sustituyeron el comandante a bordo por un oficial de maquinaria de otra empresa.
“El personal no estaba preparado para emergencias. El capitán estaba cenando en el memento de la tragedia. Pasamos la noche envueltos en mantas, nos transportaron primero a Giglio, de ahí a Puerto Santo Stefano y no nos ofrecieron ni siquiera un vaso de leche o una bebida caliente”, finalizó.
En el crucero viajaba también la actriz Francesca Rettondini, que explicó: “Yo me quedé como una tonta. No sabía qué hacer. Sentí miedo. Nos empujaban a todos hacia la salida y tenía mucho miedo de salir del banco”.
Ilaria y Safa, dos jóvenes de 23 y 22 años, respectivamente, contaron también lo que sintieron en el momento del impacto. “Estábamos cenando cuando empezó a temblar todo. La luz se apagó y la gente empezó a gritar pidiendo ayuda. Después de eso, el barco empezó a inclinarse sobre un lado. En el restaurant se cayeron todos los objetos al piso”, contaron.
“Varios resultamos heridos, pero lo más dramático fue escuchar las voces de las personas, particularmente la de las madres, llamando a sus hijos. Estaba oscuro y no sabíamos qué hacer. La gente se movilizaba gateando. En ese momento escuchamos la voz del comandante pero pensamos en correr hacia la salida. Una hora después sonó la alarma y comenzó la evacuación. Había gente que por la desesperación se tiraba al agua”, sentenciaron las jóvenes.
Yuri Selvaggi, otro viajero, contó que estaba con su esposa y sus hijos y que abandonaron todo para escapar. “A bordo había mucho miedo, incluso entre los miembros de la tripulación. Muchos extranjeros. Ellos tampoco sabían qué hacer. Cuando nos evacuaron hacia un barco de emergencia se cortó una cuerda mientras nos bajaban al agua. Este no cayó directamente al agua, sino que golpeó contra el crucero y después tocó el agua, por suerte sin romperse”, concluyó.
Por su parte, Antonietta Simboli contó que nadie decía nada y los extranjeros gritaban entre ellos por el miedo. “Tomamos los salvavidas rompiendo las ventanas de los pasillos y como eran pocos, nos los robábamos entre nosotros. Y eso que se los estábamos dando a los niños, no a los adultos”, detalló.