Uno de los detenidos en el marco de la investigación por el crimen de la pequeña Candela Rodríguez denunció que fue víctima de «apremios ilegales» por parte de policías para que inculpe a otras tres personas en la causa.
Se trata del albañil Alberto Espínola, quien según su abogado fue sometido a «apremios ilegales» por policías de la comisaría de Villa Tesei, para que involucrara a otras tres personas en el caso.
El abogado Alberto Domínguez aseguró que Espínola fue golpeado para que involucre en el crimen de la pequeña Candela, cuyo cuerpo apareció sin vida hace un mes tras estar desaparecida por varios días, a «L.J.», y a Guillermo López y Gabriel Gómez, estos dos los últimos detenidos en el caso por el momento.
El letrado aseguró que su cliente «describió» los «apremios ilegales» de los que fue víctima al declarar ante la fiscalía de Morón, y que en esa ocasión «fue presionado en una de las comisarías por un grupo de tareas de civil, los cuales les han puesto una bolsa de residuos en la cabeza para hacerle un ‘submarino seco’, mientras lo tenían otras dos personas agarrados de la espalda».
«Le llegaron a dar golpes en la cara, en los ojos, en la nuca, en la espalda, le pisaron los tobillos y le dijeron que el tenía que decir que vio a L.J., a López, y a Gómez y que les confesaron que los andaban buscando por el tema de Candela», explicó el abogado.
Domínguez aseguró que al albañil los policías lo amenazaron con que si no inculpaba a las otras tres personas «tenía asegurados veinte años de cárcel y que le iba a pasar algo a su familia».
«No nos importa si la secuestraron, si la violaron, si la mataron, lo único que nos interesa es que se tienen que hacer cargo de la mochila de Candela», fue la frase que los policías le dijeron a Espínola, según afirmó el letrado en la puerta de los tribunales de Morón.
A partir de los dichos de Espínola se abrió una investigación a cargo de la fiscalía 4 de Morón. Por su parte, el abogado Fernando Burlando, quien actúa como querellante en representación de Carola Labrador, mamá de la pequeña Candela, dijo que este jueves un preso quiso comunicarse con la mujer para aportar datos de interés a la causa.
Según Burlando, desde un establecimiento penitenciario, el cual no detalló, se recibió un llamado en la casa de Carola Labrador, que en ese momento estaba ausente y el teléfono fue atendido por un niño.
Burlando aseguró que esperaron nuevamente el llamado pero «el resultado fue negativo por ahora». Por lo pronto, son seis los detenidos en la investigación por el crimen de la pequeña Candela y aún se desconoce el móvil y hoy Burlando sostuvo que «no son perejiles». La pequeña fue encontrada sin vida hace un mes en un descampado de Villa Tesei, y a pocas cuadras de la vivienda familiar.