El arresto tuvo lugar en inmediaciones de calle Cochabamba al 100, por requerimiento de la fiscal Marisol Fabbro, que investiga la asociación ilícita cuyo liderazgo se atribuye al sobrino de Ariel "Guille" Cantero
Nelson O., apodado El Propio fue detenido en el marco de la investigación que tiene una treintena de imputados como parte de la banda de Luciano «Lucho» Cantero, hijo del fallecido Claudio «Pájaro» Cantero.
La Agencia de Investigación Judicial (AIC) detuvo a Nelson, sobre quien pesaba un pedido de captura activo por homicidio, se indicó.
La detención se produjo en Cochabamba al 100, en el barrio República de la Sexta, por requerimiento de la fiscal Marisol Fabbro.
Desde la AIC indicaron que la detención se logró cuando se encontraban realizando tareas de campo y observaron en la vía pública un hombre de similares características a las del requerido. Inmediatamente montaron un operativo cerrojo en barrio República de la Sexta, logrando la aprehensión.
La detención de Nelson se suma a la de mayo pasado, cuando fue arrestado el apodado «Randy» por la misma causa de asociación ilícita, la cual tiene más de 30 personas imputadas.
Uriel Luciano “Lucho” Cantero, de 18 años e hijo de Claudio “Pájaro” Cantero –uno de los jefes de Los Monos asesinado en 2013–, se encuentra detenido en el penal federal de Marcos Paz.
La fiscal Marisol Fabbro lo acusó por liderar junto a su pareja Érica Bullón y su madre Lorena Verdún una asociación ilícita que tienen más de una treintena de miembros y que comenzó a operar en junio de 2021 y octubre de 2022, cuando se produjo la detención de varios de los integrantes que se encontraban en libertad.
“Esta organización criminal procuró ocupar y dominar sectores y barrios de Rosario y excluir de allí a bandas antagónicas con el fin de obtener beneficios económicos producto de diversas actividades ilícitas, como su expansión territorial”, esgrimió la fiscal en la audiencia imputativa.
Agregó que para lograr ese objetivo cometieron todo tipo de delitos como homicidios, lesiones, encubrimientos, amenazas, extorsiones, abuso de armas, portación y tenencia ilegal de armas de fuego y venta ilegal de estupefacientes, aunque las acusaciones vinculadas al comercio de estupefacientes no fueron realizadas porque le corresponden al fuero Federal.
Para Fabbro, los jefes de la organización administraban “el ejercicio de violencia y actividades ilícitas”, lo que se ve reflejado “en la autorización o reprimenda, en su caso, por el ejercicio de violencia en situaciones no aprobadas por los mismos. Imparten directivas desde su lugar de alojamiento, donde actualmente se encuentran privados de su libertad por encontrarse implicados en causas penales ligadas al narcotráfico y ejercicio de violencia desmedida”.
Para la fiscal, Lucho junto a su madre Lorena y su pareja Érica tenían “el control de la organización criminal y gran poder de fuego” y operaban desde sus lugares de detención. Lo hacían comunicando sus intenciones a Dylan Tomás “Capocha” Baldón, quien se encargaba de ejecutarlas por sí o por medio de otras personas.
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