«Es por ello que, sin obstaculizar la declaración de los demás líderes, el Presidente Javier Milei ha dejado en claro en su participación del G-20 que no acompaña varios puntos de la declaración, entre ellos; la promoción de la limitación de la libertad de expresión en redes sociales, el esquema de imposición y vulneración de la soberanía de las instituciones de gobernanza global, el trato desigual ante la ley y especialmente, la noción de que una mayor intervención estatal es la forma de luchar contra el hambre», agregaron.Al respecto, desde el Gobierno advirtieron que «cada vez que se intentó combatir el hambre y la pobreza con medidas que incrementaban la presencia del Estado en la economía, el resultado fue el éxodo tanto de la población como del capital, además de millones de muertes de vidas humanas». En ese sentido, analizaron que el camino a seguir para luchar contra estas problemáticas es «desregular la actividad económica para facilitar el comercio».
El Gobierno aseguró que en Argentina este programa económico «ya está dando sus frutos» e «instó a todos los líderes del mundo a seguir este camino».
Pese a sus críticas a la declaración de presidentes, el Gobierno sí firmó su adhesión a la Alianza Global contra el Hambre, a la que se sumaron 82 países, 24 organizaciones internacionales y 9 instituciones financieras internacionales y 31 organizaciones filantrópicas.