La presidenta Cristina Fernández aseguró hoy que «la avaricia es un pecado capital», en medio de la nueva pulseada con el sector agropecuario por la suba de impuestos, y habló sobre un «cambio de época» en el país respecto al uso del dólar.
Al encabezar un acto en la Casa Rosada, la mandataria cuestionó a los productores que retienen granos para beneficiarse con la cotización del dólar y les recomendó a los argentinos «con alto poder económico» que «olviden por un momento la especulación y piensen en el país».
«A todos nos gusta tener siempre más, es natural, es una conducta del hombre, no vamos a venir a descubrir la pólvora en esto, ni a hacernos la gallina distraída, pero me parece que cuando esto traspasa determinados límites adquiere más que la humana condición de querer más, la irracionalidad de creer que todo es posible y además que nadie se va a llevar nada al más allá», sentenció.
Recordó, a propósito, las pérdidas de granos en los silos bolsas de las localidades bonaerenses de Carlos Casares y Azul, afectadas por las inundaciones y, tras aclarar que esas pérdidas, «no nos alegran para nada», recordó que les había recomendado que vendieran la producción ya que estaban «a buen precio».
«Les dije vendan, que está bueno el precio, no quieran especular por si vale un peso más el dólar o baja un peso la soja», precisó la mandataria.
Y de inmediato, en presencia de sacerdotes que participaron de la entrega de viviendas entre el gobierno y Cáritas en Córdoba, pidió: «Por favor abandonemos esas conductas, la avaricia es un pecado capital, sobre todo para aquellos que tienen la suerte de tener buena posición económica».
En ese sentido, aseguró que «hay que dar por tierra a las especulaciones», tras sostener que «hay algunos que lo creen», y de inmediato hizo una convocatoria a los argentinos, a quienes pidió que «más que leer, piensen lo que sucedió en los últimos nueve años y de lo que nunca seremos capaces de hacer».
«Lo que nunca vamos a hacer es porque somos responsables y sobre nuestras espaldas pesan 40 millones de argentinos», subrayó la Presidenta en el Salón de las Mujeres del Bicentenario, donde entregó viviendas a través de videoconferencias y anunció una resolución por la cual las compañías de telefonía móvil no podrán cobrar llamadas o mensajes que no se hayan concretar.
Por otra parte, la mandataria se sumó a las expresiones de varios referentes del oficialismo sobre la pesificación de la economía, habló de un «cambio de época» respecto al uso del dólar y cuestionó a quienes «están atados al viejo mundo».
«Las economías del sudeste asiático ya comenzaron a comerciar con sus propias monedas. El acuerdo entre Japón y China -anótenlo- de comerciar e intercambiar entre sus propias monedas, no ya con el dólar. Es todo un datito. Viene un mundo nuevo y me parece que hay algunos que no se dieron cuenta y siguen atados al viejo mundo. Nosotros apostamos a un cambio de época y a una gran batalla cultural que tenemos que dar no solamente en la Argentina», indicó.
En su discurso, la Presidenta felicitó además al jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, por la presentación de su informe de gestión en el Congreso: «Me gustó tu frase de ayer, de seguir creciendo en medio de esta tormenta tremenda», elogió la mandataria respecto del escenario internacional.
«Además se echó por tierra con todas esas especulaciones: que si tiene miedo éste; que si va a hacer aquello o lo otro y por ahí hay algunos que lo creen realmente», apuntó respecto a las críticas de la oposición.
Del acto participaron el vicepresidente, Amado Boudou, y varios funcionarios del gabinete nacional, y legisladores del oficialismo.