Como señal de su máxima confianza hacia este cardenal, en 2023 Francisco lo llevó a la curia romana para estar al frente de uno de los “ministerios” más importantes del Vaticano: el Dicasterio para los Obispos. Es un cargo clave en la estructura de la Iglesia por ser el que se encarga de la selección de obispos en todo el mundo.
Prevost veía su tarea como la de identificar a hombres que encarnaran los ideales de Francisco. Al frente de esa poderosa institución, fue testigo también de las pugnas de su mentor papal con los conservadores católicos.
El cardenal norteamericano se asemeja a su predecesor en su fuerte compromiso con los pobres y los migrantes, y en ir a su encuentro, como pregonaba Francisco.
“El obispo no debe ser un principito sentado en su reino. Está llamado auténticamente a ser humilde, a estar cerca de la gente a la que sirve, a caminar con ellos, a sufrir con ellos”, señaló el año pasado.
Bergoglio también lo designó como presidente de la Pontificia Comisión para América Latina gracias a su gran conocimiento sobre la realidad y las periferias de la región.