Los recortes en Educación afectarán programas clave como la Gestión y Asignación de Becas a Estudiantes, el Desarrollo de la Educación Superior y la Infraestructura y Equipamiento de las instituciones. Este ajuste se suma al reciente veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario, reforzando la percepción de que la educación pública se ha convertido en uno de los principales blancos de las políticas de ajuste del Gobierno.
La Asociación Argentina del Presupuesto y las Finanzas Públicas (ASAP) detalló en un informe que, a pesar de la reducción general, el Gobierno aumentó el gasto en 76 programas, por un total de casi $460.000 millones, mientras que redujo partidas en 111 programas, por un valor total de más de $950.000 millones. Este balance resultó en un superávit presupuestario que se elevó de $5,9 billones a $6,6 billones.