La top model alemana Heidi Klum está casada desde hace cinco años con Tom Kaulitz, ex guitarrista de la banda Tokio Hotel. Tan cercanos y apasionados como el primer día, tienen la historia de amor aparentemente perfecta y nada parece poder empañar el romance del ex ángel de Victoria’s Secret. Sin embargo, muchas personas intentan bajarla de su pequeña nube y se escandalizan por la diferencia de edad de 16 años con su joven marido.
Frente a eso, Klum prefiere reírse y así la supermodelo líder de la década del 2000, comparte su vida con Kaulitz. Madre de cuatro hijos de relaciones anteriores, nunca lució más radiante que ahora. A sus 51 años, Heidi Klum está lejos de pasar las tardes encerrada en su baño, con rodajas de pepino sobre los ojos y una mascarilla de arcilla en el rostro. Ella recorre las discos más populares hasta altas horas de la madrugada y mueve alegremente sus caderas en la pista de baile, más allá de que algunos atribuyan su actitud a no asumir la llamada crisis de la mediana edad.
Klum, por su parte, asegura que el feliz responsable de sus noches de insomnio no es otro que su marido. Ahora que sus hijos ya han crecido y son casi mayores de edad, se siente libre de salir y Tom Kaulitz no va a detenerla sino todo lo contrario. Desde que sus caminos se cruzaron, su vida social creció notablemente y agradece a su pareja por «darle tanto ritmo a mi vida diaria y hacerme redescubrir las alegrías de la fiesta», aseguró como una forma de recuperar el tiempo perdido para alguien que se ha entregado plenamente a su rol maternal y a su carrera.
Se sabe que cuando las estrellas masculinas se juntan con mujeres que podrían tener la edad de sus hijas, es una normalidad total. Por otro lado, cuando una mujer mundialmente famosa inicia una relación con un hombre apenas más joven que ella, es necesariamente «turbio».
Pero Heidi Klum no tiene nada que demostrar. Para ella, la diferencia de edad es sólo un detalle ridículo. La jueza de America’s Got Talent, automáticamente etiquetada como oportunista, es acusada regularmente de no ser sincera en sus sentimientos y de buscar la eterna juventud en los ojos de su marido. Pero ella, acostumbrada a las críticas, responde de forma refrescante.
«No pienso mucho en ello. Simplemente hay que vivir una vida feliz y no preocuparse demasiado por lo que piensen los demás, porque preocuparte sólo traerá más arrugas», dijo a la revista InStyle.
De este modo, Heidi Klum y Tom Kaulitz llevan adelante una vida feliz. Además de ser un esposo amoroso y cariñoso, algo que confirma el entorno de la estrella de las pasarelas, el guitarrista también se ha ganado un lugar en los corazones de los hijos de la talentosa modelo, llegando incluso a convertirse en un «padre secundario», según Klum.
Al parecer, la modelo está viviendo este amor como si fuera el primero, con tanta pasión como una adolescente de 15 años. Además, Heidi Klum y Tom Kaulitz tienen su ritual propio para mantener viva la llama y cultivar la pasión. Toman clases de baile para estar en total armonía y muy cercanos. No es ninguna sorpresa viniendo de la top model alemana, que ya tiene una rutina deportiva muy bien establecida. Quizás por eso, la relación entre Heidi Klum y Tom Kaulitz es envidiada, criticada, pero difícil de igualar.