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Impactante hallazgo en la Antártida: encontraron restos fósiles del ave acuática más antigua de la historia

Gracias a este nuevo espécimen, los investigadores pudieron confirmar que la especie forma parte del grupo de animales estrechamente vinculados a los gansos y patos actuales

Fuente, Nature

Cuando los dinosaurios todavía dominaban la Tierra, hace 69 millones de años, un ave acuática surcaba los cielos de la Antártida. ¿De cuál se trata? Vegavis iaai, una especie que durante dos décadas generó debate entre los paleontólogos.

El descubrimiento, publicado en la revista Nature, aporta vital información sobre la diversificación de las aves acuáticas. El estudio fue liderado por Christopher Torres, investigador de la National Science Foundation (NSF), en colaboración con otros científicos.

Los restos del fósil fueron encontrados en 2011, durante una expedición del Proyecto de Paleontología de la Península Antártica, pero hasta ahora no se contaba con evidencia suficiente para posicionar con certeza a Vegavis iaai en el árbol genealógico de las aves.

Gracias a este nuevo espécimen, los investigadores pudieron confirmar que la especie forma parte del grupo de aves modernas, estrechamente vinculadas a los gansos y patos actuales.

Hace 66 millones de años, un asteroide impactó en lo que hoy es la península de Yucatán (México), lo que causó la extinción de los dinosaurios y de muchas otras especies. Sin embargo, la Antártida pudo haber sido un refugio clave para la supervivencia de ciertas especies.

Durante el Cretácico tardío, la Antártida tenía un clima templado y abundante vegetación, lo que la convertía en un hábitat propicio para su evolución. Según los científicos, estas condiciones podrían haber favorecido la temprana aparición de rasgos avanzados en las aves que habitaron la región.

Mientras en otras partes del mundo las aves del Cretácico todavía presentaban características primitivas, en la Antártida ya se observaban especies con adaptaciones más cercanas a las de las aves de la actualidad.

Este descubrimiento no solo aporta información sobre el pasado, sino que también refuerza la importancia de la Antártida como una importante región para comprender la evolución de la biodiversidad a lo largo de la historia del planeta.