El futuro de internet definido por la «inevitable» convergencia de las experiencias virtuales del metaverso con el auge de la inteligencia artificial plantea el desafío de cómo «inyectar diversidad» en estas plataformas para contrarrestar la uniformidad cultural de los algoritmos, sostuvo Micaela Mantegna, abogada, activista, apasionada de los videojuegos y fundadora de Women in Games Argentina.
La especialista señaló que «la diversidad que podamos inyectar en estas plataformas va a generar más diversidad para el futuro».
Conocida también como «abogamer», Mantegna es investigadora en el Berkam Klein Center de la Universidad de Harvard, una de las 20 personas que TED Fellow elige anualmente para hablar sobre temas vinculados a Futuro y miembro del World Economic Forum, donde investiga sobre políticas vinculadas al desarrollo del metaverso.
Mi propuesta es pensar que el futuro metaverso podrá ser todo o nada, que aún está en progreso y que será una convergencia de tecnologías, de fenómenos sociales y de realidades, que al pasar de una internet de dos planos a una tridimensional (contextual), agregará capas extras de información, lo que no sucede con la IA que es lineal y sus resultados se basan en la estadística».
¿Cuál es la relación que existe entre el metaverso y la inteligencia artificial? La activista deslizó: «Me gusta pensar al metaverso como un artefacto cultural complejo que tiene tecnologías de internet, inteligencia artificial, redes 5 G y, en el que convergen comportamientos sociales que vienen de los videojuegos, formas de usar internet que vienen de las redes sociales, experiencias humanas y espectros de la realidad social.
Esos algoritmos, con sesgos y carentes de valores morales, profundizan las desigualdades y enriquecen solo a las grandes corporaciones tecnológicas. Entonces, mientras se siga hablando de manera críptica, el campo sólo estará reservado a los expertos. En cambio, cuando se corre el velo de la terminología, aparecen aspectos en los que todos podemos involucrarnos para pensar en cómo hacer un puente hacia los problemas éticos y regulatorios. Internet creció mucho en los últimos años, y en muchos aspectos perjudicó a la sociedad, pero ahora tenemos una chance de repensar los modelos y hacerla de nuevo».
Entonces, así como somos lo que comemos y, aquello que nos nutre determina nuestro estado de ánimo, lo mismo pasa con la calidad de la información resultante en estos sistemas y si no tenés datos de calidad, el resultado va a ser incorrecto, o va a estar sesgado o va a tener algún tipo de deficiencia. Esto que parece sencillo, empieza a complejizarse cuando pensamos que los datos que ingresan pueden ser discriminatorios.
Hace algunos años se desarrolló un algoritmo –un modelo– , que trataba de identificar entre los Curriculum Vitae (CV) de los postulantes a un trabajo, quienes podían ser seleccionados para un determinado puesto. Hoy en día, es muy común que haya aplicaciones para optimizar los CV, y de hecho hay personas que lo hacen a través de ChatGPT, porque se sabe que no los leen seres humanos sino máquinas. Tiempo después, se descubrió que los puestos gerenciales habían sido ocupados siempre por hombres.
Finalmente, acerca de cómo se construyen regulaciones éticas para romper con el sesgo del algoritmo, Mantegna precisó: «Necesitamos crear puentes entre la comunidad técnica, los abogados y los reguladores. Dialogar con todos los sectores e incitar a la comunidad técnica a que nos explique las cosas que como abogados y académicos no entendemos, y viceversa.