Sandra Verónica López, de 47 años, fue asesinada de 14 puñaladas hace casi tres años en su comercio de barrio Godoy. Hacía un cuarto de siglo que era comerciante y su crimen conmocionó a la ciudadanía por lo cruento, la saña y lo burdo. El móvil fue un robo con un insignificante botín que constaba de unas bolsas, moldes de repostería y chocolates.
La homicida fue identificada como Romina Soledad P., de ahora 35 años. Fue acusada y quedó en prisión preventiva este viernes en el fallo judicial.
El tribunal, compuesto por los jueces Hebe Marcogliese, Ismael Manfrin y María Trinidad Chiabrera, dictó la condena tras la acusación presentada por el fiscal Adrián Spelta.
Según la acusación, Pinillo llegó al negocio de López, de 45 años, en un vehículo Suran y la atacó con 14 puñaladas en el cuello, omóplato y rostro, para luego robar golosinas y dinero. El vehículo había sido estacionado en Biancofiori al 3100, cerca del local. La mujer huyó con una caja que contenía los objetos robados y el arma homicida.
El fiscal Spelta destacó que la intención de Pinillo era clara, ya que había cometido robos similares en otros comercios de la zona. Subrayó que el homicidio en ocasión de robo duró apenas dos minutos. Durante la investigación, Pinillo intentó dar una versión de los hechos que fue rápidamente descartada, aunque llegó a pedir perdón.
Familiares de la víctima expresaron su alivio tras la condena. «Sentimos un gran alivio. Es una liberación. Mi hermana merece justicia, no la vamos a olvidar. La vamos a llevar siempre en el corazón. El día a día es difícil. Como familia vamos a seguir», declaró una de las hermanas de López.
