Susana Trimarco, la madre de Marita Verón, se sumó hoy a la búsqueda de los restos de la joven desaparecida hace 10 años, que por orden judicial se realiza en cercanías de dos whiskerías de las afueras de Córdoba.
La mujer llegó procedente de Tucumán para poder ver el lugar en donde la Justicia comenzó a buscar los posibles restos óseos de su hija, a quien una denuncia anónima sindicó como que fue asesinada en el 2003, cuando intentó escapar de una de las whiskerías en donde era sometida a la trata de personas.
«No me quiero dejar vencer por el dolor, quiero estar fuerte, fortalecida para seguir luchando. Necesito saber dónde está mi hija y cómo está… No puedo vivir con este calvario, no quiero cerrar los ojos, como mi esposo, que se murió sin saber dónde está mi hija», dijo Trimarco a la prensa.
La mujer, a raíz de la desaparición de su hija, comenzó una ardua investigación que la llevó a hacerse pasar por prostituta para poder saber la suerte corrida por Marita.
Incluso el rastrillaje ordenado por la fiscal Eve Flores abarcó una zona que estaba vedada a los trabajadores, y que un llamado anónimo recibido en la noche del martes aportó como dato que podría llevar a lo que están buscando.
El llamado fue recibido en la comisaría de Monte Cristo, y al parecer se trata de un ex jardinero del lugar que dijo que el dueño de los prostíbulos le impedía trabajar en una zona cercana a los inmuebles.
Roger Coronel, de la Policía de Santiago del Estero, también llegó a Córdoba y dijo que la mujer que aportó la versión recibe ahora protección especial.
En las tareas de rastrillaje participan efectivos de Gendarmería, distintas unidades policiales y el Equipo Argentino de Antropología Forense.
Marita Verón fue secuestrada en abril de 2002, y el 8 de febrero próximo comenzará en Tucumán el juicio contra 13 personas acusadas de haber integrado una red de trata de personas que la habían secuestrado.