Desde las puertas del Hospital Austral el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, dio a conocer el segundo parte médico sobre la salud de Cristina de Kirchner, e informó que la mandataria evoluciona «sin complicaciones» de la operación a la que fue sometida. Ayer, se le extirpó la glándula de tiroides afectada por un tumor.
Scoccimarro comunicó que Cristina «descansó normalmente, comenzó a alimentarse, a caminar y está de muy buen ánimo». Además, señaló que «los controles clínicos y de laboratorio se encuentran en los parámetros normales».
La guardia de militantes kirchneristas que acampan en la puerta del Hospital Austral en Pilar celebraron el informe sobre la salud de la Presidenta.
Cristina permanecerá al menos hasta mañana internada y luego seguirá de licencia hasta el 24 de enero. Durante ese tiempo, el Ejecutivo estará a caro del vicepresidente, Amado Boudou.
La operación a la que fue sometida Cristina consistió en una tiroidectomía total, es decir, la extirpación completa de la glándula tiroidea. El equipo médico que operó a la Presidente estuvo encabezado por el doctor Pedro Saco.
Si bien existía la alternativa de extirparle sólo el lóbulo comprometido de la tiroides, Saco decidió remover por completo la glándula, que tiene forma de mariposa y está integrada por dos lóbulos unidos por un istmo.
A partir de la extirpación total de la tiroides (tiroidectomia), la Presidente deberá tomar de por vida píldoras de hormona tiroides que reemplazan a la glándula.
Sucede que como el cáncer papilar es a menudo multifocal y pude extenderse a ambos lados, derecho e izquierdo, de la glándula, o llegar incluso a los ganglios, la mayoría de los cirujanos opta por extirpar toda la tiroides.
Sólo en el caso de cánceres papilares de menos de un centímetro y sin signos de extensión más allá de la glándula tiroides, el cirujano realiza una lobectomía (extirpación sólo del lobulo afectado).
De aquí en más, el seguimiento al que deberá someterse la Presidenta incluye una historia y examen físico cuidadoso, con especial atención al área del cuello, al igual que exámenes de sangre para determinar si se necesita algún cambio en la dosis de hormona tiroidea.
