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Matías Figueroa Escauriza: “Si no hay seguridad, todos los demás programas no se pueden acompañar»

El actual funcionario provincial compite el próximo domingo en las PASO del Frente Unidos. Pretende que el Concejo sea un aliado de los ejecutivos en materia de seguridad y que agilice los trámites, sobre todo, para comerciantes

Por Candela Ramírez

Matías Figueroa Escauriza es precandidato a concejal en las PASO del Frente Unidos. Este domingo 13 de abril compite por primera vez en una campaña electoral. Actualmente es secretario de Gestión de Registros Provinciales de Santa Fe.

Empezó su militancia cuando estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), forma parte de la pata socialista del Frente que gobierna la provincia y la ciudad. En diálogo con El Ciudadano repasó sus propuestas que tienen como eje medidas de seguridad.

—Venís de cargos ejecutivos y ahora darías el salto a lo legislativo, ¿por qué te interesó?

—Primero porque creo que el momento de la ciudad de Rosario requiere un recambio generacional en la política. Se da un momento que empieza ahora de recambios políticos y de debate que necesita la ciudad por una historia de los últimos dos años realmente muy bajo y donde sufrimos la peor situación de inseguridad.

Rosario necesita que no se vaya al Concejo deliberante para aprender a hacer política o para ir a contar problemas, sino que intentemos ir gente que tenemos experiencia en resolver problemas para tratar de levantar la vara de nuestro Concejo municipal. En el año más violento de nuestra ciudad, en 2022, el Concejo estaba declarando a L-Gante como ciudadano ilustre y no estaban los concejales denunciando a narcos o a quienes extorsionaban a los comerciantes de la ciudad.

Creo que lo que fuimos aprendiendo en este tiempo, lo puedo llevar al Concejo. Pude ir capacitándome en materia seguridad, puedo tratar de ser un actor que sea aliado con todos los ejecutivos tanto provincial, municipal como nacional para que el Concejo acompañe esas políticas de seguridad que nuestra ciudad necesita.

—¿Qué cosas puntuales creés que te sirvieron en tus gestiones para poder ser concejal?

—Todos los funcionarios públicos de cualquier ámbito donde estén tienen la obligación de tener un compromiso en materia de seguridad. Si no hay seguridad, todos los demás programas que querramos llevar a la práctica no se pueden acompañar. Si no hay seguridad, las empresas no van a abrir nuevos emprendimientos. Si no hay seguridad, las pymes no pueden tener un plafón para desarrollarse. Si no hay seguridad, los comercios en los barrios de Rosario cierran a las seis y media o siete de la tarde y la oscuridad se apropia de nuestros barrios y no nuestros vecinos.

La base de toda la sociedad es tener una mejor seguridad. Fuimos aprendiendo en áreas muy sensibles. En el gobierno de Miguel Lifchitz me tocó armar la primera agencia de bienes decomisados del país y hoy me toca conducirla nuevamente. Es la agencia que tiene la obligación de quitarle los bienes a los delincuentes y subastarlos en las subastas pública. Pero también me tocó poner en marcha el programa de protección de víctimas y testigos y recompensas en la provincia de Santa Fe, durante ese gobierno. Un tema muy sensible que nos tocó poner en marcha.

Y también me tocó coordinar lo que fue la transformación del IRAR a lo que es el nuevo centro especializado hoy día y hacer la construcción de la cárcel de menores con otra mirada. Me tocó palparlo desde adentro.

Por ahí toda esa experiencia de saber qué se puede llevar a la práctica y qué no, hace que la mirada a la hora de las ordenanzas municipales sea más práctica y más realista.

No es lo mismo un concejal que sepa qué se puede llevar a la práctica que un concejal que te presenta doscientos proyectos pero ninguno es realizable. En la estadística va a estar bárbaro, «presenté doscientos proyectos». Ahora, ¿cuántos de esos proyectos realmente sirvieron al ejecutivo municipal para transformar la realidad? Esa experiencia es el activo que tenemos.

—¿Y qué tipo de propuestas se podrían llevar adelante desde el Concejo en este problema que resaltás que es la inseguridad?

—Primero, cruzamiento de datos. No dejemos de lado que el Concejo es uno de los órganos más importantes de nuestra ciudad. Tiene que trabajar mancomunadamente con el ejecutivo municipal para que a través de los resortes del Estado facilite las políticas públicas que implementemos.

El cruzamiento de datos y particularmente el lavado de dinero en la ciudad de Rosario: trabajando con cruzamiento de datos de todos los sistemas y todos los resortes del Estado. El Concejo tiene que ser un aliado en el cruzamiento de datos.

Hace muy poquito nosotros decomisamos propiedades de los narcos más grandes de la ciudad. Una de las propiedades que les decomisamos era una carnicería funcionando en zona oeste. Esa carnicería, que tenía carne, pollo, huevos, era una pantalla, no es que era su activo principal vender carne.

Su activo principal era lavar guita que venía en negro del narcotráfico, la blanqueaban a través de la carnicería haciendo facturas todo el tiempo y a través de esa facturación metían la plata de la droga a un sistema financiero en blanco.

Desde el Concejo nuestras propuestas van a estar en ese sentido, de todos los sistemas o resortes que podamos crear de cruzamiento de datos para seguir protegiendo a Rosario y que la política vuelva a tener autoridad. La política tiene que tener autoridad.

Desde el gobierno provincial estamos tratando de que la autoridad del Estado se vuelva a rescatar. Si el Estado dice algo eso es lo que se tiene que hacer. Los presos tienen que estar presos e incomunicados; la calle, controlada; los bienes de los delincuentes, decomisados.

—Y aparte del eje seguridad/inseguridad, ¿qué otros temas te preocupan o te van a ocupar?

—Desburocratizar el Estado. Hoy un gran problema es la cantidad de trámites que tenemos a la hora de querer hacer cualquier cosa. No puede ser que un comercio de barrio, chiquitito, que tiene frente en su comercio no pueda poner una mesita con dos sillas porque necesita una habilitación y pagar por mes un impuesto para una mesita y dos sillas. Que no puedan poner un cartel con luces porque te cobran por poner un cartel con dos luces.

Todo esto, en definitiva, lo que hace es que los vecinos nos retiremos del comercio porque los comerciantes llegan justo a fin de mes. Hoy no hay consumo, los comercios se están manteniendo muy, muy al lo mensual y si encima de todo eso nosotros no lo dejamos que extiendan su posibilidad de ampliar el comercio, eso hace que sea traba burocrática.

En el fondo, si nosotros desburocratizamos y sacamos costos, también estamos brindando seguridad porque hacemos que la gente de bien esté emprendiendo, se esté apropiando de nuestros barrios.

Lo mismo con lo que tiene que ver con los emprendimientos. Tenemos que tratar de tener reglas de juego claras para quien quiera invertir en Rosario. La estadística comercial de la ciudad da que del 100% de la facturación, el 77% es entre comercio y servicios y de ese 77% el 78% son empresas chiquititas, pymes, lo barrial.

Tenemos que hacerles la vida fácil y eso se hace desburocratizando la cantidad de trámites. Vamos a proponer la municipalidad digital, todos los trámites con un ID ciudadano que nos siga a las personas para hacer todos los trámites de ciudadanos. Donde todo se haga 100% digital y con trazabilidad, saber qué funcionario, qué área del Estado tiene los trámites y cuánto tiempo tarda cada uno. Para que los trámites se puedan trazar y que haya transparencia pública, que no haya favoritismo en que un trámite se haga más rápido y otro trámite menos rápido.

De esa manera, generamos igualdad entre todos los ciudadanos. Lo vamos a proponer.

—¿Y cómo ves el tema del centro y los barrios? A veces desde algunos sectores se habla de un desequilibrio.

—Rosario necesita dar un salto de calidad. Venimos mejorando desde que el gobernador (Maximiliano) Pullaro asumió el gobierno. Tuvimos los últimos cuatro años del gobierno del peronismo que abandonó totalmente a Rosario. No nos tenemos que olvidar que teníamos 40 patrulleros en Rosario para cuidar a los rosarinos. Hoy tenemos 240 y 100 binomios caminando. Todavía falta mucho, pero hay una presencia del Estado provincial en la ciudad.

Eso que pasó no nos tiene que volver a pasar. Ese parate de obra pública por cuatro años en los barrios de Rosario hoy se está recuperando porque los rosarinos necesitamos el apoyo de la provincia de Santa Fe.

Falta muchísimo porque si la gente está diciendo que a la ciudad le falta es porque realmente le falta. Siempre tiene la razón la gente. Si hay reclamos e insistencia en los reclamos es porque son reales y lo que tenemos que hacer es la ciudad desde el centro para los barrios y los barrios para el centro. No es que uno tiene prioridad por sobre el otro, somos una sola ciudad y tenemos que tener políticas públicas para esa sola ciudad.

Recorrimos todos los barrios en campaña, fuimos a un montón de instituciones, hay un montón de lugares que están muy bien con obras públicas y que se vienen mejorando muchísimo. Se notan mucho las luces led. Están muy bien pero también tenemos muchas falencias y muchas zonas de la ciudad con pozos desde hace cuatro años. Hay lugares que están abandonados.

Hay que dar una política integral, que obviamente no se resuelve de un día para el otro, pero la ciudad necesita dar un salto de calidad de vida de todos los ciudadanos y en ese sentido queremos seguir trabajando.

—Competís contra varias listas más en las internas, ¿en qué se diferencia tu lista dentro del Frente Unidos?

—Nos presentamos, particularmente, porque esta elección a concejal, a mi entender, es la más importante de los últimos cuarenta años. Si se logra la autonomía declarada en la reforma constitucional, la misma ley que convoca la reforma de la Constitución provincial establece que los Concejos municipales van a hacer lo que declare la primera ley orgánica de Rosario como ciudad autónoma. Sería como nuestra constitución local.

Lo planteamos desde el primer momento. Y creo que muchos concejales o candidatos a concejales ni sabían de esta herramienta que se va a dar y yo quiero estar en ese debate. Porque quiero ser parte del debate de Rosario en los próximos cuarenta años.

También creo que lo que me diferencia del resto de las listas es que represento el carácter del gobierno provincial y del gobernador en Rosario con respecto a la impronta que venimos haciendo. Lo queremos trasladar a la ciudad. Tenemos la experiencia. Nuestro lema de campaña es no prometer nada. Yo no vengo a prometer nada de qué voy a hacer desde el Concejo sino a contar todo lo que hicimos.

Nuestra diferencia es que la política tiene que lograr que la ciudadanía esté en lugares cómodos y que la política esté en lugares incómodos. Hoy estoy en un lugar incómodo porque sacarle los bienes a los narcos más importantes de la ciudad no es sencillo y muchos políticos no se animaron a hacerlo y nosotros sí.

En eso me diferencio del resto de la política o del resto de las listas. Estoy en un lugar incómodo. Creo que se viene a la política para estar en un lugar incómodo, tenemos que lograr que la ciudadanía esté en lugares cómodos.

—Venís nombrando bastante la cuestión de la autonomía, recién lo aminoraste un poco pero en general das por sentado que se va a avanzar en ese sentido

—Yo creo que nos merecemos que la ciudad de Rosario sea autónoma y ojalá que los convencionales constituyentes que sean electos en la próxima reforma de la Constitución, le den la jerarquía que la ciudad de Rosario, no solamente se merece, es la que corresponde.

—¿Y qué implicancias creés que tendría esa autonomía? Porque ese es uno de los aspectos que se van a discutir en la asamblea.

—En la asamblea se van a dar categorías de autonomía, es lo que no sabemos: qué nos van a terminar dando. Según la categoría se puede dar el debate de si tenemos policía local o no, por ejemplo. O cómo son nuestros órganos administrativos.

Lo más importante es que los recursos de los rosarinos queden en los rosarinos y que no dependamos de vuelta como nos pasó con el gobierno de Perotti, que dependíamos de un gobierno de turno para que volvieran los recursos a Rosario.

Lo más importante de la autonomía es que defendamos qué recursos producimos los rosarinos y que la mayoría de esos recursos queden acá. Y que esa manera sea ágil porque en realidad lo que se debate en una autonomía es qué celeridad vamos a tener para llevar a cabo las políticas públicas.

Si tenemos los recursos para los rosarinos, esa celeridad de los recursos públicos son más rápidos y no dependemos de un gobierno de turno provincial que nos dé o no esos recursos. La base de nuestra carta magna es esa y qué ciudad queremos. Es decir, la carta magna que va a decir qué ciudad nos imaginamos para los próximos cuarenta años, con una cierta hoja de ruta que va a salir de esa primera carta orgánica.