El presidente egipcio Hosni Mubarak quiere dejar el poder, pero teme que una renuncia suya desate el caos, dijo el propio mandatario en una entrevista con la cadena ABC.
El atribulado Mubarak, en el poder desde hace 30 años, dijo que estaba «harto de ser presidente y que le gustaría dejar el poder ahora, pero no puede, dice, por temor a que el país se hunda en el caos», afirmó la periodista de ABC Christiane Amanpour, tras una entrevista de 20 minutos en El Cairo con el mandatario.
«No me importa lo que la gente piense de mí. Ahora mismo, lo que me importa es mi país, me importa Egipto», dijo Mubarak, blanco de una revuelta de diez días contra su régimen.
El veterano líder de 82 años agregó que «lo de ayer me hizo muy infeliz. No me gusta ver a los egipcios peleando entre ellos», al aludir a los episodios de violencia de seguidores del gobierno contra los manifestantes que reclaman su dimisión.
• Llamado al diálogo
Más temprano, el vicepresidente egipcio, Omar Suleiman, propuso un diálogo con «partidos y fuerzas nacionales» del país para buscar una solución a la crisis, una invitación que ya fue descartada por el movimiento Hermanos Musulmanes, principal fuerza opositora en Egipto.
«Los Hermanos Musulmanes rechazan categóricamente todo diálogo con el régimen», afirmó el portavoz Mohamed Mursi en un comunicado publicado en el sitio web del grupo en respuesta a una invitación al diálogo del vicepresidente Suleimán.
«El pueblo provocó la caída del régimen y no cabe dialogar con un régimen ilegítimo», agregó.