“No los estamos sepultando. Los estamos sembrando para la vida”. Ese fue el mensaje que expresó ante más de mil personas el padre de uno de los tres militantes barriales ejecutados durante la madrugada del 1º de enero en villa Moreno, durante un breve y emotivo acto que hizo de cierre a una multitudinaria movilización realizada en la mañana de ayer desde Tribunales hasta la plaza San Martín. El reclamo de justicia, que contó con el apoyo de un amplio arco de agrupaciones políticas, fue atendido por el gobernador Antonio Bonfatti, quien prometió a los familiares de los pibes asesinados colaborar con una serie de medidas tendientes al esclarecimiento del triple crimen.
La marcha había sido convocada por el movimiento 26 de Junio del Frente Popular Darío Santillán y fue encabezada por los padres de Jere, Mono y Patón, los pibes de 17, 19 y 20 años que militaban en esa agrupación. Tanto sus familiares como los referentes de ese movimiento barrial se manifestaron conformes con los resultados que arrojó el encuentro con Bonfatti, que junto a ministros de su gabinete, se comprometió a recibirlos semanalmente, les brindó seguridad, y apoyó la propuesta de crear una comisión de investigación bicameral en la Legislatura provincial paralela a la causa judicial.
“Estamos satisfechos con el resultado de la reunión. Apelamos al compromiso que han tomado las autoridades para esclarecer el caso”, dijo Eduardo Trasante, padre de Jeremías, quien remarcó que en la sede local de Gobernación le dijeron que “están trabajando las 24 horas en esto”.
Una larga marcha
Minutos después de las 10 de ayer, frente a los Tribunales provinciales, más de mil personas llegadas desde distintos puntos de la ciudad se congregaron para apoyar el pedido de justicia por el triple homicidio ocurrido en las primeras horas de 2011.
Allí, familiares de los pibes asesinados fueron atendidos por el juez que instruye la causa, Juan José Pazos, quien los interiorizó con pormenores de la pesquisa. En el mismo encuentro se constituyeron como querellantes en la causa, figura que les permite mayor participación dentro de la investigación judicial.
Hasta el momento, de las tres personas imputadas como autores de la brutal balacera, la Policía sólo detuvo a un menor, mientras que El Quemado, principal sospechoso de disparar una FMK–3 en venganza de un ataque propinado a su hijo, continúa prófugo, al igual que un joven apodado Teletubi.
“Quedé más tranquilo, el juez nos dijo que cualquier cosa que encuentre nos avisa, y hay adelantos en la investigación”, dijo al salir de tribunales Ignacio Rodríguez, el padre de Damián.
Por su parte, el padre de Jeremías sostuvo que “el juez nos dio confianza y tranquilidad en cuanto a que el gobierno y la Policía están comprometidos en pos del esclarecimiento del hecho”.
En cuanto al móvil del crimen, el hombre dijo que cree que “iban en busca de otra gente, que fueron las que tuvieron problemas con el Hijo del Quemado (apodo de Maximiliano R.), estaban nuestros hijos allí donde se encontraban todos los días y pasó todo lo que se conoce”.
Stella Maris Gómez, la madre de Claudio Suárez, pidió por su parte que los asesinos “paguen por la muerte de mi hijo”, y aclaró que el chico de 19 años “vivía de changas o del trabajo en la cooperativa del movimiento donde militaba para sacar a los pibes de la calle”.
En tanto, en la tarde de ayer fue indagado el policía que fue pasado a disponibilidad por ocultar el ingreso de Maxi R., conocido como el hijo del Quemado, herido de arma de fuego al Hospital de Emergencias, hecho que fue la punta del ovillo del triple crimen.
Más de veinte agrupaciones de distintos colores políticos se hicieron presentes en la puerta de ingreso a Tribunales, y luego marcharon enfilados detrás de una columna encabezada por los padres de Jere, Mono y Patón con una pancarta: “Mientras sigamos luchando ustedes estarán presentes”.
La columna, de más de tres cuadras de extensión, rodeó primero la plaza del Foro y marchó por bulevar Oroño, Córdoba y desembocó en la plaza San Martín, frente a la sede local de Gobernación.
Allí se realizó un breve acto que tuvo como únicos oradores a Eduardo Trasante, padre de Jeremías, Stella Maris Godoy, mamá del Mono, e Ignacio Rodríguez, papá de Patón.
Todos expresaron un sentido reclamo de justicia por la muerte de sus hijos y agradecieron el multitudinario apoyo con el que contaron. “No sólo como papá de Jeremías, también como hombre de Dios, como pastor, junto a estas familias y todos ustedes hoy venimos a reclamar por justicia en todos los órdenes y de todos los ámbitos, le pese a quien le pese y tenga que tocar a quien le toque”, dijo Trasante tras aclarar que la lucha no es sólo por sus hijos sino por todos los jóvenes que están en riesgo y por los que vendrán.
Luego, familiares de las víctimas y un representante del Movimiento 26 de Junio fueron recibidos por el gobernador Antonio Bonfatti y los ministros de Seguridad, Corti; de Justicia, Juan Lewis, de Desarrollo Social, Mónica Bifarello, y el secretario de Seguridad Comunitaria, Marcos Escajadillo.