—¿Cómo viviste esta semana con el equipo puntero del torneo?
—Normal, como siempre. El lunes pagué impuestos, hice la cola en el banco (risas).
Con una humorada, Gerardo Martino intentó quitarle trascendencia al hecho de que Newell’s esté peleando el torneo. Pero no pudo. Y hasta terminó aceptando que hoy aparece como “el segundo objetivo” del plantel, detrás de hacer una campaña que le permita ganar en tranquilidad en la tabla de promedios.
“Un objetivo lleva al otro. El nuestro es claro, tenemos que sumar una buena cantidad de puntos. Y eso por ahí te permite cruzarte en el camino con un segundo objetivo. O sea, pelear el torneo no es primordial, pero si se vuelve un objetivo, bienvenido sea”, confió Martino ayer por la mañana en Bella Vista.
—Algo parecido le pasa a Tigre…
—Tigre viene bien desde hace tiempo, ha tenido buenos rendimientos en dos torneos consecutivos. Cuando un equipo hace eso y logra tener una regularidad en su rendimiento de aceptable para arriba, tiene derecho a ilusionarse con otro tipo de objetivos, más allá de que la realidad le marca a Tigre que el promedio todavía lo apremia.
—Cuando se habla de pelear el torneo, tus jugadores afirman que de eso se hablará recién en el final del torneo, si es que el equipo logra mantener el rendimiento.
—Es que de ninguna manera podemos ganar el partido diecinueve antes que el once. No tiene mucho sentido posicionarnos de acá a dos meses si el primer rival es dentro de tres días.
—¿Pesa más en la cabeza de tus jugadores el hecho de estar arriba a la hora de afrontar cada partido?
—En el arranque del torneo dije que había que hacerse cargo de la situación en la que estábamos, hoy digo lo mismo y ellos tendrán que entender que, si los resultados siguen siendo buenos, también tendrán que hacerse cargo de otras situaciones.
—Pero el mundo futbolero te señala a vos como el gran responsable de este momento del equipo…
—Pero yo no pudo dejar de decir que en los primeros lugares a los entrenadores nos ponen y nos sacan los jugadores. Yo no puedo decir algo que no creo ni ponerme en un lugar donde creo que no tengo que estar. Por eso digo que los jugadores deben hacerse cargo del lugar en el que nos pusieron. Y detrás de sus logros me encolumno yo, que también voy por ese mismo objetivo. Evidentemente, caigo siempre bien parado como los gatos. Yo también disfruto como ellos y vivo este momento de la mejor manera. No digo que vivo pensando en cuando venga la mala, pero busco la forma de esperar el cimbronazo de otra manera para que no nos sorprenda tanto.
—¿Qué creés que piensan los demás entrenador de Newell’s?
—Que es un equipo que va a salir a buscar el partido, lo que intentamos hacer en estas diez fechas. Somos un equipo que no espera, que trata de ir a buscar y proponer. Entiendo que nuestras virtudes pasan por ahí: ser un equipo que ha buscado ganar y protagonizar los partidos, acentuar las deficiencias del rival y no esperar que un error nos permita ganar el partido. En muchos partidos también hemos tenido paciencia, manteniendo la misma calidad de juego para ganar y no sufriendo tantas chances en contra pese a la permanente búsqueda.
—Los números habla de un Newell’s muy superior en los segundos tiempos. ¿A qué obedece?
—Todo tiene que ver. Este es un equipo convencido de lo que hace y de la manera que tiene que buscar el partido. Entiende que da lo mismo hacer el gol en el primer minuto que en el último y que la búsqueda del resultado no tiene que invitar al desorden. Hasta ahora lo pudimos sostener. Veo con mucho agrado cómo el equipo busca el resultado, pero también que nos crean pocas situaciones, atendiendo que nuestros defensores juegan con mucho espacio detrás de ellos.
—Predicás un mensaje de ganar siempre, cosa que no abunda en el fútbol argentino.
—El mensaje de ganar lo tienen todos los equipos, lo que cambian son las formas. Y la verdad que las formas son todas válidas. He visto equipos campeones que juegan de contragolpe, que esperan y aprovechan los espacios que dejan los rivales, otros que salen a buscar los partidos. Todas las maneras son válidas, mientras se haga dentro del reglamento. Después cada uno trata de acomodarse a la idea que tiene y a los jugadores con los que cuenta.