El Hincha

Liga Profesional

No pudo en casa: Newell’s, de flojita actuación, igualó sin goles con Independiente Rivadavia

El Rojinegro no se sintió nunca cómodo con un rival que lo complicó por su orden y obediencia. El elenco de Sebastián Méndez no encontró fluidez en su juego y dejó escapar una linda oportunidad para arrimarse al lote de arriba


JUAN JOSÉ GARCÍA

Abrirle crédito al Newell’s de Méndez tan rápido no era una buena idea. Si bien con Barracas hubo victoria y algunas muestras de juego esperanzadoras, el empate sin goles frente a Independiente Rivadavia abrió interrogantes y dejó en claro que el nuevo entrenador deberá trabajar mucho para mostrar algo distinto.

Independiente Rivadavia entendió que tenía que minimizar riesgos. Y para eso debía bloquear a Banega. Optó por ponerle siempre gente cerca y darle poco espacio para desplegar su juego. Y Newell’s no encontró un generador de juego alternativo.

Así, el Newell’s de Méndez se asemejó mucho al de Larriera, apostando todo a las subidas de los laterales o lo que pudieran hacer los extremos. Y como sucede desde hace un tiempo, esa política le da proximidad al área rival, pero sin poder proyectar esos avances en situaciones claras de gol.

Hubo un rato revulsivo en la primera parte. Los hinchas encontraron un ‘hit tribunero’ que contagiara a todo el estadio y ese aliento se proyectó al campo de juego. Y a puro empuje la Lepra generó tres o cuatro situaciones de gol, más por empuje y desorden que por juego. La pelota visitó varias veces el área chica pero no se tentó con la red, nadie la pudo invitar a pasar. Casi lo hace Panchito de cabeza y en otra con un remate potente resuelto por el arquero; también Salcedo con un derechazo apenas alto; en otra no llegó Méndez tras una bajada de cabeza de Cardozo; y en otra falló Ramírez. Todo sin participación estelar de Banega, siempre controlado.

Méndez buscó otro conductor y mandó temprano a la cancha a Carabajal por Cardozo, pero al volante le costó acomodarse. La pelota le rebotó cada vez que intentó jugar, y se lo vio contrariado por eso. Y el partido se acható cada vez más. Con los hinchas reclamando victoria y el equipo desconcertado. Banega encontró una vez espacio y puso un pase a la carrera a Pérez Tica, pero respondió Centurión.

Pudo ser peor la noche. Una pelota perdida en un ataque de Martino puso a correr a Villa contra Macagno, pero el arquero atoró bien y Velázquez, el mejor del partido, despejó el rebote. Y así se fue el partido. Sin brillo dentro del campo de juego y con mucho enojo en las tribunas y reprobación de los hinchas. Méndez tendrá trabajo, sin dudas.

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