El medicamento, utilizado para tratar la diabetes y también el sobrepeso y la obesidad, en realidad se inspiró en el veneno del lagarto conocido como monstruo de Gila (Heloderma subjectum).
El monstruo de Gila, originario de los desiertos de América del Norte, puede sobrevivir con sólo unas pocas comidas al año, gracias a una hormona que ralentiza la digestión presente en su veneno.
El descubrimiento de esta hormona allanó el camino para Ozempic, convirtiendo al monstruo de Gila en una bendición extremadamente lucrativa para la medicina moderna. Los investigadores han descubierto que el gen del veneno del reptil, llamado exendina-4, podría utilizarse para tratar la diabetes tipo 2.
La exendina -4 es similar a una hormona que se encuentra en los humanos llamada GLP-1, que se libera después de comer y es importante para controlar los niveles de azúcar en sangre.
Otras drogas inspiradas en venenos animales
Sin embargo, el monstruo de Gila no es el único reptil que ha inspirado medicamentos innovadores. El veneno de la yararaca brasileña (Bothrops jararaca) ha llevado al desarrollo de una clase de medicamentos conocidos como inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA).
A finales de la década de 1960, los científicos estudiaron el veneno de esta serpiente y sus efectos sobre la presión arterial.
Aislaron un péptido del veneno que podría inhibir una enzima conocida como enzima convertidora de angiotensina (ECA) y así reducir la presión arterial. Este experimento dio como resultado el desarrollo de una versión sintética del péptido, llamada captopril.
Aunque hoy en día el captopril rara vez se prescribe, dio lugar a la siguiente generación de inhibidores de la ECA, como el enalapril, que se prescribe ampliamente para el tratamiento de la hipertensión arterial y los problemas cardíacos.
Los venenos de las criaturas terrestres y marinas son una rica fuente de compuestos medicinales
Se sabe que los caracoles producen una serie de péptidos en su veneno que sirven para inmovilizar a sus presas. Y una versión sintética de uno de los péptidos encontrados en el veneno del caracol se utiliza en el analgésico ziconotida.
Otra especie marina, la ascidia caribeña, proporcionó el medicamento contra el cáncer trabectedina.
Las sanguijuelas utilizadas en medicina también han proporcionado medicamentos que han salvado vidas. Cuando estas criaturas se adhieren a una persona para chuparle la sangre, le inyectan compuestos, como hirudina y calina, para evitar que la sangre de la víctima se coagule.