Radiografía de la motosierra en el Estado: menos ejecución, mayor burocracia, más seguridad y defensa y menos políticas sociales, hábitat y género

¿Qué cambios produjo la “motosierra” libertaria en el Estado en los dos años vertiginosos que lleva el Gobierno de La Libertad Avanza? A esa pregunta responde un análisis del centro de estudio Fundar publicado recientemente. Está realizado con el auxilio de inteligencia artificial, pero los autores aclaran que es una base para porfundizar los resultados obtenidos con esa herramienta. Las conclusiones apuntan a una relevante «reorientación» del Estado hacia las funciones de seguridad y defensa nacional en desmedro de las que se inscriben como políticas sociales, trabajo, hábitat, género y diversidad, y ambiente. Eso lleva a la descripción de una visión política del Estado. Y en cuanto al argumento de reformas que tienden a una mayor eficiencia, el trabajo también lo pone en entredicho: la estructura resultante de los cambios y recortes es, en buena medida, más burocrática y menos ejecutiva.

El informe de Fundar indica que entre diciembre de 2023 y octubre de 2025 el Estado nacional redujo su dotación en 17,25%. Además, las unidades organizativas superiores de la administración centralizada cayeron alrededor de 40% entre diciembre de 2023 y julio de 2025. Todo, desde la Casa Rosada y con el uso de facultades delegadas por la Ley Bases.

El trabajo recuerda que el Gobierno justifica los cambios en la necesidad de resolver tres problemas: superposición de funciones, sobredimensionamiento organizacional y presencia de tareas que considera ajenas al modelo de Estado que propone. Es un análisis basado en IA de la reducción de duplicaciones, el impacto sobre las unidades sustantivas y las de apoyo, y el modelo que expresa en los hechos la reconfiguración.

Luces formales y sombras profundas

El estudio concluye que, efectivamente, hubo una reducción de la superposición de funciones, aunque persisten duplicaciones. Entre 2023 y 2025, señala, la proporción de unidades con funciones muy similares (identificadas utilizando Inteligencia Artificial) bajó de 12,7% a 6,5%.

Sin embargo, y contra el discurso oficial, la eficiencia esgrimida no parece tal, y en cambio se transita una dinámica de menor ejecutividad y mayor burocracia. En el nivel superior (ministerios, secretarías y subsecretarías), la motosierra eliminó unidades sustantivas, que son las que ejecutan políticas, y administrativas, que son las que gestionan los recursos internos. Lo singular es que el recorte fue de mayor magnitud sobre las primeras.

Fundar Anatomia de La Motosierra CC by NC ND 4.0 by Claudio de Moya

Es que, a pesar de que las unidades de apoyo de nivel superior disminuyeron casi 30%, la reorganización produjo un efecto paradójico, destaca el trabajo. Las secretarías administrativas se achicaron y las subsecretarías crecieron. El resultado: una estructura más burocrático-administrativa para menos funciones. Y de la información compilada surge que en los niveles inferiores de Direcciones y Coordinaciones el recorte profundizó esa desproporción entre áreas ejecutivas y administrativas.

Lo anterior, junto al desgloce pormenorizado por áreas y dependencias, induce a concluir que el recorte no fue neutral. El modelo de Estado que emerge prioriza funciones de seguridad y defensa. La motosierra afectó con mayor intensidad a las funciones asociadas a política social, trabajo, hábitat, género y diversidad, y ambiente.

Las últimas perdieron casi la mitad de sus unidades entre 2023 y 2025. En contraste, seguridad y defensa se mantuvieron estables o crecieron. Este patrón sugiere que la reorganización estatal no sólo redujo estructuras por razones de eficiencia, sino que reorientó el rol del Estado hacia funciones de seguridad pública.

El modelo de Estado libertario

El documento de Fundar recalca que de los resultados de la investigación sugieren que parte de las decisiones de reducir la estructura estatal están vinculadas a un cambio de modelo de Estado y de su intervención o repliegue sobre determinadas áreas.

Las áreas de política pública más afectadas entre 2023 y 2025 son aquellas vinculadas al llamado Estado marshalliano, identificado como el centrado en política social, trabajo y empleo y hábitat y vivienda. Se recortó un 46%). Más aún se desmanteló el calificado como Estado orientado a capacidades, con eje en género y diversidad sexual y medio ambiente: un 49%.

En las áreas de política pública que representan esos modelos de Estado, el número de unidades dedicadas a cada una de ellas fue reducido significativamente.

Por el contrario, hubo un crecimiento en la cantidad de unidades vinculadas a la provisión de seguridad pública (20%) y una caída muy modesta en el área de defensa nacional (-8%). Son dos áreas de política pública que ejemplifican el llamado Estado hobbesiano. La comparación, según el análisis, describe un modelo de Estado con énfasis en funciones de control estatales, como las que se le asignan a la segunda administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En resumen, un nuevo modelo de Estado en ciernes que orienta el proceso de reformas.

Inteligencia artificial, un gran aporte para profundizar

Fundar aclara que la herramienta desarrollada en el trabajo constituye un aporte para pensar el rediseño de la estructura del Estado a partir de un desarrollo propio y pionero utilizando Inteligencia Artificial y aplicaciones generadas por otras organizaciones. El código de esas herramientas tecnológicas, recalca, es abierto y puede encontrarse en el repositorio del centro de estudios.

En la presentación del trabajo se aclara que, normalmente, los cambios de administración suelen estar acompañados por cambios en el gabinete y la estructura que constituye el Mapa del Estado. Por eso, sigue, herramientas modernas como los LLMs (Modelos de Lenguaje Grandes) o más tradicionales como las que ofrece PLN (Procesamiento de lenguajes naturales) permiten construir un diagnóstico rápido y de bajo costo sobre cómo está construido el Estado desde el punto de vista organizacional. Lo anterior permite construir información sobre la cantidad de unidades administrativas existentes, su concentración alrededor de áreas o temas de política pública y el nivel de superposición.

Sin embargo, se aclara que la utilización de esas tecnologías no es un sustituto del conocimiento de dominio experto ni es suficiente para su aplicación práctica al diseño del organigrama estatal. Es, sobre todo, el punto de partida para el análisis cualitativo sobre las unidades que se consideran prioritarias y siempre a partir de los objetivos programáticos que se definan según los posicionamientos políticos respecto de lo que debe ser y hacer el Estado.