¡Gracias Racing! Newell’s perdió 3-1 con Argentinos, pero el triunfo de la Academia ante Aldosivi le trajo alivio

Por José Odisio

Fotos: Juan José García

Cuando parece que Newell’s no puede caer más abajo, se esfuerza y lo logra. La Lepra volvió a dar una muestra de desorden, apatía, desgano y falta de fútbol y el resultado fue una nueva derrota como visitante. Esta vez fue sólo un 3-1 en contra porque Argentinos vio tanta ventaja que sobró el partido y en el segundo tiempo privilegió los lujos o las acciones colectivas vistosas sobre anotar más goles. Pudo ser peor, pero eso no exime a Fabbiani y los futbolistas de otra bochornosa presentación fuera del Coloso.

El triunfo de Racing frente a Aldosivi en la previa trajo alivio. Newell’s salió a jugar sabiendo que los seis puntos de distancia con el Tiburón estaban asegurados. Y ese señal positiva parecía tener correlato con el gol tempranero de Luciano Herrera, en una jugada donde Cocoliso y Maroni disputaron con ganas una pelota aérea, y Herrera resolvió con una efectiva volea para adelantar al elenco rojinegro cuando el reloj apenas marcaba 9 minutos.

Fue ex espejismo. Newell’s es un equipo con todo tipo de falencias tácticas, en especial en la contención y retroceso. Y si a eso se le suma el mal estado físico y cierto desgano, el combo inevitablemente lo condena a perder.

A Argentinos le bastó con mover la pelota con Lescano y atacar por afuera para dar vuelta el resultado en pocos minutos. Un centro al corazón del área encontró una mediavuelta de Porcel en soledad para igualar, con Salcedo y Cuesta mirando desde un lugar de privilegio. Otra acción parecida obligó a una manotazo salvador de Espínola frente a Molina. Pero en el córner, el arquero paraguayo metió un blooper insólito, al fallar cuando intentaba tomar la pelota sin nadie cerca. Godoy aprovechó el regalo y la sensación en cancha era que el partido estaba liquidado.

Es tan frágil Newell’s que se hacía difícil suponer una reacción aunque quedara una hora por jugar. Pudo empatar Herrera, al tocar un centro de Luciano y obligar a una gran atajada de Chiquito Romero. Pero cada ataque del Bicho era amenaza de gol. El repliegue defensivo de Newell’s es lamentable, el doble cinco no quita una pelota (otra vez Regiardo se hizo amonestar a los pocos minutos) y los defensores marcan de lejos y mal. Así, el tercer gol llegó por decantación, en una jugada donde el local movió la pelota de un lado a otro sin que ningún jugador leproso hiciera algo para impedirlo. Florentín fusiló a Espínola y Newell’s se fue al vestuario con la sensación de que podía venirse otra goleada como la de Boca.

No sucedió. No por mérito de Newell’s, que poco pudo hacer a pesar del ingreso de Banega, Benedetto y Orozco. Argentinos lo perdonó. Se tentó con las facilidades que le entregaba el rival y se excedió en lujos. Y entre alguna atajada de Espínola y otras acciones fallidas en la puntada final, el partido se mantuvo con dos goles de distancia.

Pudo descontar Benedetto, dos veces, pero su presente es deprimente y ni siquiera puede anotar quedando de frente al arco y sin marca. Una pelota la tapó Romero, la otra se fue desviada.

Antes del final, Banega se hizo echar con un planchazo injustificado en mitad de cancha. Si bien Ever es propenso a este tipo de infracciones, esta acción justificara le idea de los hinchas de que no quiso estar presente la próxima semana en el choque ante Unión en el Coloso.

Lo cierto es que Newell’s jugó otro partido ‘saca técnico’, pero la cercanía al final del torneo y la falta de peso político de Ignacio Astore tal vez le permita al Ogro seguir en el banco leproso. Para el hincha leproso sólo queda rezar. Y agradecer que Luciano Vietto anotó de penal y dejó a Aldosivi seis puntos atrás, con nueve en juego. Tan lamentable como el partido que hizo Newell’s en La Paternal.