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Impacto global por histórica filtración de Wikileaks

Varios diarios del mundo publicaron un adelanto de cerca de 250 mil archivos diplomáticos estadounidenses divulgados por el sitio de Julian Assange. La información ofrece un panorama inédito de las negociaciones tras bambalinas tal como las llevaban adelante las embajadas en el mundo, afirma The New York Times.

El diario estadounidense The New York Times y varios diarios del mundo publicaron hoy en sus sitios de internet un largo artículo en el que revela el contenido de cerca de 250 mil documentos diplomáticos estadounidenses divulgados por el sitio WikiLeaks.

Se trata «de un cuarto de millón de cables diplomáticos confidenciales estadounidenses», escribe el diario, según el cual esas notas «ofrecen un panorama inédito de las negociaciones tras bambalinas tal como las llevaban adelante las embajadas en el mundo».

Algunos de esos documentos son muy recientes, ya que datan de «el mes de febrero», agrega The New York Times.

Sumándose a los dichos del dirigente de WikiLeaks, Julian Assange, el diario indica que esos documentos abordan un gran número de temas.

«Los documentos que nos disponemos a publicar conciernen a todos los grandes temas en todos los países del mundo», había advertido Assange el domingo.

Los 250.000 documentos filtrados por la web Wikileaks revelan que el Gobierno de Estados Unidos dio instrucciones a sus diplomáticos para que espiasen a políticos extranjeros y altos funcionarios de la ONU, entre ellos el secretario general de ese organismo, Ban Ki-moon.

El Departamento de Estado, bajo el mandato de Hillary Clinton, pidió a su personal en el extranjero que recopilara información como las tarjetas de crédito, horarios de trabajo y en algunos casos hasta datos biométricos de candidatos latinoamericanos.

Esta información forma parte de la filtración masiva de documentos diplomáticos que la web Wikileaks ha entregado a cinco publicaciones en todo el mundo y que pretendía dar a conocer a través de su propia web.

Sin embargo, esta misma mañana, Wikileaks denunció que su servidor había sido atacado y que no iba a estar operativo, por lo que la única manera de acceder a la información que ha recabado es a través de las cinco publicaciones que tuvieron los documentos previamente, El País (España), The New York Times (EE.UU.), The Guardian (Reino Unido), Der Spiegel (Alemania) y Le Monde (Francia).

Según la información publicada por estos diarios, EE.UU. quería tener casi una ficha policial de las actividades que desarrollaban algunos políticos y altos funcionarios.
Especialmente llamativo es el caso de los aspirantes a la presidencia de Paraguay en las elecciones de abril de 2008.

Según explica El País, un despacho nombra a la entonces ministra de Educación, Blanca Ovelar, al ex vicepresidente Luis Alberto Castiglioni, al ex general Lino Oviedo y a Fernando Lugo, actual presidente.

En el despacho el Departamento de Estado pide que de los cuatro aspirantes se recaben datos biométricos, huellas dactilares, fotografías, escáneres del iris, DNA «y otras singularidades».

El Departamento de Estado pide además a sus diplomáticos que recaben información sobre la corrupción oficial, el lavado de dinero, las relaciones de Paraguay con Cuba, Venezuela, China, Taiwán y Rusia, y la existencia de yacimientos de hidrocarburos en la región del Chaco paraguayo.

También pide datos sobre el narcotráfico y la construcción de mezquitas en el país latinoamericano, limítrofe con Argentina, Brasil y Bolivia.

El espionaje que se pide a los empleados de las embajadas y misiones abarca desde las gestiones y apariencia física de los diplomáticos iraníes y norcoreanos en Nueva York hasta los planes e intenciones del secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki-moon.

Uno de los aspectos que llama más la atención es el espionaje a que se somete a Ban, algo que según establece la normativa de la Organización de Naciones Unidas (ONU) es ilegal, tal y como explica The Guardian.

De Ban Ki-moon se solicita información biométrica detallada, al igual que de otros altos representantes de la organización, de los que se pide detalles sobre la toma de decisiones en torno a los grandes asuntos que tienen sobre la mesa.

Washington, en general, pidió a sus diplomáticos que consiguiesen información como los números de las tarjetas de crédito, direcciones de correo, teléfonos y faxes de todos estos funcionarios.

Otras de las revelaciones de WikiLeaks, indica que el rey Abdalá de Arabia Saudita instó a Estados Unidos a atacar Irán para destruir su programa nuclear.

Los cables de embajadas estadounidenses en Oriente Medio filtrados dan cuenta de las «frecuentes exhortaciones a Estados Unidos para atacar Irán y poner fin a su programa de armas nucleares».

Los documentos dicen también que el monarca saudita llamó a Estados Unidos a «cortarle el cuello a la serpiente», y que afirmó que trabajar con Washington para contrarrestar la influencia iraní en Irak era «una prioridad estratégica para el rey y su gobierno».

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