El príncipe saudí Al Waleed bin Khalid Al Saud, conocido mundialmente como el «Príncipe Durmiente», falleció este sábado en Riad a los 36 años, tras permanecer dos décadas en coma profundo. Su historia, marcada por un trágico accidente y la inquebrantable fe de su padre, conmovió a millones de personas alrededor del mundo.
Al Waleed sufrió una grave hemorragia cerebral y una hemorragia interna en Londres en 2005, a la edad de 15 años, tras protagonizar un accidente automovilístico mientras estudiaba en una academia militar en el Reino Unido. Desde entonces, permaneció en un estado vegetativo persistente, conectado a soporte vital y bajo constante supervisión médica en el Hospital Universitario Rey Abdulaziz de Riad.
«Con un corazón que cree en la voluntad y el destino de Dios, y con profunda tristeza, lamentamos el fallecimiento de nuestro amado hijo, el príncipe Al Waleed bin Khalid bin Talal bin Abdulaziz Al Saud, que Dios lo bendiga», anunció su padre, el príncipe Khaled bin Talal, en su cuenta oficial de X. La noticia fue confirmada por la agencia oficial de noticias saudí SPA.
أدعو الله عز وجل
بإسمه الأعظم وبأسمائه الحسنى و صفاته العلا
الله الذي لا إله إلا هو الحي القيوم وحده لا شريك له
له الملك وله الحمد وهو على كل شيء قدير
مع بداية عام 2025
أن يشافي ويعافي
والدتي وابني الوليد
ومرضانا ومرضى المسلمين pic.twitter.com/FGIv1yhRHG— خالد بن طلال بن عبد العزيز ( أبو الوليد ) (@allah_cure_dede) December 31, 2024
A lo largo de estas dos décadas, el príncipe Khaled se mantuvo firme en su decisión de no retirar el soporte vital de su hijo, aferrándose a la esperanza de un milagro y expresando su fe en que la vida y la muerte están únicamente en manos de Dios. Aunque hubo breves episodios de movimientos limitados que sus familiares compartieron en videos, el príncipe nunca recuperó la consciencia.
Las oraciones fúnebres por Al Waleed bin Khalid Al Saud se celebraron este domingo en la Gran Mezquita Imam Turki bin Abdulá de Riad.
