Promociones, cuotas y cambios en los hábitos de pago
El comportamiento del mercado estuvo fuertemente influenciado por promociones, descuentos y opciones de financiamiento, que permitieron sostener el nivel de actividad, en especial a través de compras de último momento. En un escenario de baja de tasas, impulsado por el proceso de ordenamiento macroeconómico, los comercios lograron ofrecer cuotas sin interés, consolidando un cambio estructural en las formas de pago.
De acuerdo con el relevamiento de la CAIJ, el 95% de las operaciones se realizaron con medios electrónicos, como tarjetas de crédito y billeteras virtuales, mientras que el uso de efectivo fue prácticamente nulo.
Las ventas online, que representan cerca del 25% del mercado, se mantuvieron estables y sin crecimiento interanual, afectadas por el avance de plataformas internacionales como Temu y Amazon. En contraste, el comercio físico tradicional registró una caída cercana al 10%, lo que terminó impactando en el resultado global del sector.
Precios contenidos y buen desempeño del juguete nacional
En cuanto al ticket promedio, las jugueterías de barrio registraron compras cercanas a los $19.000 por unidad, los supermercados alrededor de $10.000, mientras que las cadenas especializadas alcanzaron valores promedio de $45.000, reflejando un mercado concentrado mayoritariamente en productos de precio bajo y medio.
Desde la CAIJ destacaron que no se registraron aumentos de precios a lo largo del año y subrayaron dos realidades bien diferenciadas. Por un lado, el juguete nacional mostró una muy buena performance, apalancada en precios previsibles y una relación precio–calidad alineada con el poder adquisitivo actual. Por otro, la oferta importada tuvo un desempeño negativo, con precios distorsionados, sobreoferta y baja coherencia comercial, lo que generó confusión y desconfianza entre los consumidores.
Qué eligieron las familias para Navidad
Durante la campaña navideña, las ventas se concentraron en categorías que combinaron valor lúdico, durabilidad, precio accesible y uso compartido. Entre los rubros más dinámicos se destacaron:
-
Juguetes de primera infancia: didácticos, apilables, encastres y sensoriales, con fuerte presencia de marcas nacionales.
-
Juguetes de aire libre y verano: lanzaaguas, juegos de playa y pileta, pelotas, triciclos y pata-patas.
-
Juegos de mesa familiares: con alto contenido educativo y social, liderados por fabricantes locales.
-
Juguetes creativos y manualidades: masas, kits de arte y actividades sin pantallas.
-
Muñecas y bebotes: un clásico del mercado argentino, con marcas nacionales como protagonistas.
-
Peluches interactivos y tecnología simple: mascotas electrónicas y juguetes con sonido y movimiento.
En el segmento premium, productos como LEGO, Playmobil, Barbie y Cry Babies mantuvieron visibilidad, aunque con baja rotación, al igual que las licencias vinculadas a películas y grandes marcas internacionales.
Reyes Magos y el foco en la seguridad
Con la mirada puesta en la campaña de Reyes Magos, la CAIJ remarcó la importancia de la compra segura. Furió destacó el accionar de la Subsecretaría de Defensa del Consumidor y Lealtad Comercial, que aplicó multas por más de $100 millones a importadores que comercializaban juguetes sin cumplir la normativa vigente.
“La cámara continuará con el monitoreo en jugueterías y supermercados desde su Observatorio Argentino de Juguetes. La forma más efectiva de cuidar a nuestros niños y niñas es elegir juguetes seguros, adquiridos en comercios formales y con Marcado de Conformidad”, enfatizó Furió.
En un mercado que sigue mostrando señales de retracción, el sector apuesta a Reyes Magos como una oportunidad para amortiguar la caída, con precios contenidos, protagonismo del juguete nacional y un mensaje claro hacia las familias: seguridad, calidad y consumo responsable.